Ganar, ganar y volver a ganar

Esa particular definición de lo que para el recordado Luis Aragonés era el fútbol sirve perfectamente para describir el actual momento que vive el Deportivo, convertido en una auténtica máquina de ganar, en el que la ambición parece no tener límites. Son casi 40 puntos –39 para ser más exactos– cuando se acaba de cumplir el tercer mes de competición y aún quedan algo más de cinco por delante.

Una auténtica barbaridad y que dice mucho de la pasta de la cual está hecho este equipo. Jugadores que parecían se habían tomado un respiro, caso de Ruba tras su espectacular carta de presentación, en el derbi dio otra exhibición por el costado derecho. Abrió la cuenta, además un gol muy buscado porque era el primero con la camiseta blanquiazul, dio la asistencia del segundo a Fran Machado y puso otros dos balones de oro a Acevedo y Óscar Díaz que también pudieron terminar en gol.

El equipo volvió a echar en falta a Pau Franch y quien más lo está echando de menos es Óscar Díaz, que desde que el castellonense está de baja, su rendimiento ha bajado muchos enteros. El 9 blanquiazul centraba muchas miradas y el madrileño gozaba de una libertad que ahora no tiene, porque ha pasado a ser la referencia del equipo en ataque. A Óscar Díaz le sobró el gestó ese del final marchándose hasta una esquina para perder tiempo. Fue un signo de debilidad cuando el partido no requirió ese movimiento.

Ahora que el equipo vuelve a estar enchufado y llevar dos victorias consecutivas tras esa racha de tres empates, esta semana y media sin jugar no viene bien al Alcoyano. Un parón innecesario cuando la competición está entrando en una fase muy interesante, en la que si por los jugadores del Alcoyano fuera, volverían a jugar mañana mismo porque se le nota que es un grupo que disfruta y transmite entusiasmo a quien está presenciando sus partidos.

Va a ser una semana y media bastante larga hasta ese partido del miércoles en casa del colista Silla.

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