Sumar jugadores a la causa
A lgún día tenía que ocurrir y el Collao volvió a dar otra lección de sensatez y de madurez como afición. Después de unos segundos de frío silencio, la grada empezó a aplaudir y despidió al equipo con honores, interpretando que no siempre se gana y cuando no se puede, que al menos los jugadores se vayan del campo con la cabeza bien alta y la conciencia tranquila de haber hecho todo lo que estaba en sus manos para que los tres puntos se quedaran en casa.
Tras el partido, en el vestuario decidieron tragar saliva y morderse la lengua, porque razones no le faltaron para cargar contra el colegiado al que la conciencia de dejar al Villarreal C con un jugador menos debió pesarle, de lo contrario no se entiende porqué decidió anular el gol a Navarro, cuando el capitán se elevó limpiamente y cabeceó por potencia de salto, en ningún caso utilizó un rival para apoyarse y rematar. Sin embargo, nadie quiso buscar excusas y se prefirió extraer las cosas positivas del partido, que felizmente fueron muchas para el Deportivo.
Curiosamente, en el mejor encuentro de la temporada, el Deportivo cosechó su peor resultado. Son las injusticias del fútbol y también su grandeza. Ahora que el récord inmaculado de victorias ha quedado atrás, toca aplaudir lo vivido en estas diez jornadas y guardarlo en una lugar preferencial de la memoria. El equipo suma 31 puntos y aventaja en 11 al segundo clasificado, renta lo suficientemente importante para empezar a pensar en el futuro, sobre todo en ese tramo final de liga.
Vicente Parras ha demostrado tener un perfecto dominio de la situación, pero igual es el momento de empezar a imaginar futuros escenarios y oxigenar a futbolistas que hasta ahora lo han disputado todo, caso de Devesa, Raúl González, Jony Ñíguez, Diakité, Ruba y Óscar Díaz. No pasaría nada perder algún partido a cambio de encajar jugadores que ahora están esperando esa oportunidad que de momento no le está llegando.