Doy por buena la Tercera si se aprende algo
La vida te va poniendo a prueba, te da alegrías, pero en muchas ocasiones te manda alguna pena y muchas veces te pone trabas por el camino que no esperas. En todos los casos hay dos cosas muy importantes, la primera y más importante levantarse. La segunda, y no menos importante, aprender. Muchos conocéis mi caso del trasplante y por ello aprendí lo que os estoy contando por eso hablo con conocimiento de causa. Me levanté y además aprendí a vivir. A ver las cosas de otra forma y valorar las cosas importantes. Esta exposición la traslado al Alcoyano. A nadie le gustan los descensos y el que escribió el guion de la temporada pasada no pudo ser más cruel. El guionista lo puso todo para morir en la orilla y además de la peor forma, dio esperanzas durante toda la temporada, penaltis clave, partidos que de ganar te salvabas, la esperanza de Peralada, el partido del Conquense, hasta que al final dio la estocada ante el filial más flojo que ha pasado por Alcoy en la última década. Lo pasamos mal, pero fue un descenso merecido, cosechado a fuego lento y por méritos propios. La presunta calidad de los jugadores que se ficharon no correspondía con el nivel que dieron y sólo se salvaron muy pocos de la quema. Lesiones reales y lesiones fingidas los sábados para no viajar, la edad de muchos que pesó en su cabeza y en sus piernas, porque lo de la edad está en la mente, véase este año a Óscar Díaz, Jorge Molina, Juli, José Juan y un larguísimo etcétera de jugadores que a pesar de su edad corren como juveniles. Una banda que no supo tocar y que ninguno de sus tres directores la hizo funcionar. Pero todo esto es pasado y la realidad es la que es y la que hay que afrontar. Y no es otra que la Tercera División y toca cambiar el chip. Se dice que el Alcoyano es el Madrid o el Barça de la categoría, pero ni Madrid ni Barça lo ganan todo con el escudo y sin bajar del autobús. No todo será como en Benigánim, tendremos derrotas, malos momentos y muchas alegrías y de todo eso se tiene que aprender. Han sido las circunstancias las que han querido remodelar casi por totalidad la plantilla, muchos de los jugadores actuales podrían estar en Segunda B y ha tenido que ser así para que vuelvan. Siempre he pensado que, si hay que caer que sea con los nuestros, la temporada pasada se cayó con otros y eso duele más. Muchos han continuado engañando a otros equipos y unos cuantos ni juegan. Si este año, que no pasará, pero si no sale bien, será con los nuestros y no será por falta de actitud y dejadez como el año pasado. Del descenso y de la mala gestión de fichajes hay que aprender y sólo espero que si se asciende, que es lo que espero, no se vuelvan a volver locos los que mandan y volvamos otra vez a fichar a los come pipas que tantos disgustos nos han dado y que llegan con el cazo preparado pero sin implicación, que se miren los historiales médicos y que venga gente como la de este año, con ganas y hambre de ser futbolistas. Que se olviden de las viejas glorias que ya lo tiene todo realizado en el fútbol y que se confía en la gente joven, porque El Collao valora más un jugador que corre que un jugador de vuelta y que llegue con un currículo de Primera. Sólo espero que el descenso nos traiga cosas positivas, lecciones y que se aprenda de los errores pasados. Y para que esto ocurra hay una palabra clave que mando a jugadores, cuerpo técnico y a los de la zona noble de El Collao: Humildad.