La lluvia acompañó al Cristo Agonizante

La procesión del Silencio transcurrió anoche por las calles de la Zona Alta como es habitual cada Jueves Santo, con el acompañamiento de los tambores, las saetas… y en esta ocasión con una lluvia que no impidió el desarrollo del acto, pero que incomodó y resto afluencia. Las previsiones en este sentido se cumplieron y los paraguas hicieron acto de aparición, pero al final los cofrades de Santísimo Cristo Agonizante decidieron salir a la calle con sus pasos y recorrer Sant Nicolauet hasta la Font Redona. Desde allí, dado que no cesaba la lluvia, se procedió a volver hacia la parroquia de San Vicente y San Antonio. Se cumplía un año más la tradición de una procesión que mantiene el más puro estilo de la Semana Santa.

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