Amalio Gimeno y los 100 años del decreto de 8 horas

Aunque este personaje, nos consta que no es alcoyano, hemos de resaltar la gran aportación social que nos legó y que se conozca porque nuestros antepasados, en su honor, le dedicaron una calle de nuestra población, titulándola Paseo Amalio Gimeno y puede que hasta le dieran el título de Hijo Adoptivo, aunque esto último no está constatado.

El motivo de resaltar su personalidad, no es otro que ser el Ministro que firmó el decreto por el que los operarios españoles habían luchado a través de tantos años, con sus huelgas, altercados, enfrentamientos y hasta heridos y en Alcoy hasta trabajadores fallecidos, para que se implantase la jornada laboral de 8 horas.
El Decreto en cuestión apareció en la Gaceta Oficial del Estado, el 3 de abril de 1919 y tomó vigencia el 1º de octubre del mismo año.

El Ayuntamiento alcoyano, con motivo de colocar la primera piedra de la nueva Escuela Industrial, el 23 de abril del año 1923, sobre los terrenos que donó la Real Fábrica de Paños de Alcoy, (pasado el Viaducto de Canalejas) quiso rendirle homenaje a D. Amalio Gimeno Cabañas y tituló al descampado que había pasado el Puente del Viaducto de Canalejas, con el nombre de éste prócer intitulándolo PASEO AMALIO GIMENO.

La disposición del decreto de la implantación de las ochos horas, fue el resultado del conflicto suscitado por la huelga que se promulgó en Barcelona en la Fábrica “Riegos y Fuerzas del Ebro”, llamada “La Canadiense”, (por ser de capital extranjero). El motivo se suscitó el día 4 de febrero, al declarar una huelga los trabajadores de ésta empresa, por la rebaja de 25 ptas. anuales en el sueldo de los oficinistas. El 17 de febrero se sumaron los trabajadores de fábricas textiles y el 7 de marzo se sumó el sector ferroviario y el 12 ya era una huelga multitudinaria participando los estudiantes y de otros gremios, desembocando en una huelga general en toda España que duró 44 días.

El Gobierno presidido por el Conde de Romanones, nombró a D.Amalio Gimeno, Ministro de Fomento y éste propuso decretar la jornada de 8 horas (a nivel nacional) y con ello terminó con la huelga.

Sobre su biografía y currículum podemos aportar los siguientes datos: Natural de Cartagena, nació el 31 de mayo de 1852. En su faceta política, estuvo muy vinculado a la clase trabajadora por su labor más social que dirigente. Perteneció al Partido Liberal Canalejista.

Siendo aún un niño pasó a residir a Valencia, donde cursó estudios primarios y de segunda enseñanza y parte de los de medicina., Licenciándose en Madrid en 1872 y doctorándose en 1874, con premio extraordinario por oposición.

En sus años mozos, también fue redactor del Diario “Centro Popular” y presidente de la “Juventud Republicana”, de Valencia.

Al año siguiente ingresó en el Cuerpo de Médicos-Directores de baños y aguas medicinales, al que renunció poco después al obtener por oposición la cátedra de patología general y anatomía patológica en la Universidad de Santiago de Compostela. Después se trasladó a la de Valladolid y luego a la de Valencia.

Descubierta la vacuna anticolérica por el Doctor Ferrán, fue el doctor Gimeno y Cabañas, el defensor más convencido de la nueva técnica a cuya difusión contribuyó con todo su entusiasmo.

En 1886, fue elegido Diputado por Alcira y en 1888, por concurso de méritos, se le nombró catedrático de Higiene de la Universidad Central.

Ya por aquel entonces tenía gran reputación, por lo que al llegar a Madrid ocupó un lugar principal entre los políticos.

En las nueve legislaturas siguientes (1891 a 1899) fue nombrado Senador por la Universidad de Valencia y en 1908 se le declaró Senador Vitalicio.

Sus méritos le llevaron a los Consejos de la Corona y en 1906, el general López Domínguez, nombrado presidente de Gobierno, le confió la cartera de Instrucción Pública y Bellas Artes, cargo que desempeñó también con la legislatura del Marqués de la Vega de Armijo (1906-1907) y con Canalejas (1911-1912). En 1913, fue Ministro de Marina, con el Gobierno de Romanones y luego fue nombrado Ministro de Estado, en plena Guerra Mundial (1916-17) con el de Concentración, presidido por García Prieto (1917-18). Pasó al de Gobernación en el que más tarde formó el conde de Romanones (1918-19) y por último, al de Fomento, que presidió Allendesalasar (1919-20).

Se encargó interinamente de la presidencia del Consejo de Ministros a finales de 1918.

En las tres veces que fue titular de la cartera de Instrucción pública, estableció el curso normal, germen de la Escuela Superior del Magisterio, la enseñanza de adultos, la inspección médico-escolar, la mutualidad escolar, la Junta para ampliación de estudios e investigaciones científicas y la Ley de excavaciones arqueológicas y antigüedades.
En el Ministerio de la Gobernación su labor más sobresaliente fue el decreto instituyendo en toda España la jornada laboral de 8 horas; el Real decreto suprimiendo el trabajo nocturno de los panaderos y el de intensificación de los retiros obreros (jubilación), aparte de otras interesantes disposiciones sobre sanidad e higiene.

Su labor al frente del Ministerio de Estado, en momentos tan difíciles como fueron durante la 1ª Guerra Mundial, dio muestras de su tacto y discreción, secundando con éxito la humanitaria labor emprendida por el rey de aliviar la suerte de millares de prisioneros y de devolverles la libertad a otros, y consiguiendo disminuir los riesgos del tráfico marítimo en provecho de los ciudadanos españoles.

También consiguió merecida fama de elocuente orador y escritor. Lo primero, lo atestiguan sus numerosos discursos y conferencias; lo segundo, sus obras por él publicadas. Como clínico y catedrático brilla a igual altura.

En el año 1920, por jubilación forzosa en la Universidad Central, fue homenajeado con asistencia de grandes personalidades. El rey le concedió el título de Conde para premiar sus 45 años de docencia.

Se le condecoró en varias de ocasiones, teniendo en su haber un sin fin de cruces y medallas. Asistió a multitud de Congresos, en representación de España, habiendo viajado por el extranjero con fines científicos.

Perteneció a las Academias de Medicina, de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y a la de Bellas Artes de San Fernando.

Nombrado por el Gobierno en los años 1921-22, primer Delegado en la Asamblea de la Sociedad de las Naciones.

Falleció en Madrid en el año 1936.

No nos consta que viniera a nuestra población ni nos visitara en ningún momento.
Tiene escritas varias obras sobre medicina.

El pintor alcoyano Emilio Sala le hizo un retrato de gran tamaño, que por cierto dejó sin terminar.

Podemos decir que fue un hombre, erudito, eficiente y amante de su trabajo. En cualquier faceta de su vida laboral y política, fue un hombre cabal, práctico y amante de dar soluciones a cuantos problemas se le presentaron.

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