Mario Fuentes, la solución de la casa
Tiene su miga que el Alcoyano haya tenido que fijarse en la casa para encontrar el recambio idóneo para sustituir al destituido Vicente Mir. Ni Mario Barreda, que era el candidato número uno a sentarse mañana en el banquillo frente al Cornellà, ni la inacabable lista de técnicos de postín que se han ofrecido esta semana para ocupar el banquillo. Al final el nombre elegido es Mario Fuentes, una apuesta tan arriesgada como coherente que pone algo de cordura a un momento tan delicado.
En cualquier caso, el presidente Juan Serrano no garantizó su continuidad hasta el final de temporada. “Va a arrancar”, dijo en la presentación, “y ahora mismo no se nos pasa otra cosa por la cabeza que estará con nosotros hasta el final. Queremos ser positivos, sabemos cual es el día a día del equipo y él es una persona de club. Ha sido nuestro capitán y la confianza en él es plena. Tiene hambre como entrenador y tiene la oportunidad de su vida de coger un club como el Alcoyano. Seguro que no la desaprovecha”.
La designación de Mario Fuentes como nuevo entrenador vino después de dos días de negociación con Vicente Mir hasta llegar a un acuerdo económico. El ya extécnico tenía firmado un contrato federativo hasta el 30 de junio de 2020 y el club no podía firmar a otro entrenador mientras tuviera alguna deuda pendiente. Ese acuerdo se alcanzó el miércoles hacia el mediodía después que Mir perdonase 21.000 euros, que equivale a la mitad del contrato de la próxima temporada.
El madrileño se convierte así, a sus 32 años –cumplirá 33 a comienzos de julio próximo–, en uno de los entrenadores más jóvenes de la historia del club: “Cuando dejé el fútbol el verano pasado de una manera quizás precipitada, fue por algo como esto. La oportunidad me llega más pronto de lo que esperaba, pero es un reto apasionante. Además, para mí no hay mejor escenario que el Alcoyano, un club donde he vivido momentos muy bonitos de mi carrera. Hay un buen equipo, buenos jugadores y una afición detrás. Necesitamos tres meses de competir a tope”, explicó en su presentación.
Mario Fuentes hizo hincapié en olvidar lo sucedido y centrarse en lo que queda: “No hay ni margen ni tampoco tiempo, van a ser doce finales. Será un minitorneo de doce partidos en los que todos debemos asumir nuestra responsabilidad para crecer. Cuando llega un entrenador nuevo, esos primeros días se nota un cambio en la intensidad de los entrenamientos. Hemos de conseguir que se traslade a todas las semanas, soy de los que me fijo mucho en los entrenamientos”.
El nuevo técnico no quiso hablar de sistemas, “sé lo que quiere el Collao y me gustaría que mi equipo llegara mucho arriba y fuera vertical. En defensa, que peleara como bloque, que fuera muy intenso. Puedo tener una idea, pero otra cosa es la necesidad”.