Al Alcodiam le sobra el primer tiempo
Que en hockey hasta el rabo todo es toro se vio en el último partido del Alcodiam en casa. Ni ganando 0-5 tuvo el Caldes la victoria asegurada. Al descanso, el ambiente de la grada era la de estar asistiendo al entierro deportivo de los de Sergi Punset. El inicio de la segunda parte, tampoco invitaba a seguir más tiempo en la grada pasando frío y exponiéndose a que el partido terminara en bochorno. El Caldes siguió a lo suyo, el segundo periodo arrancó con dos remates al hierro, uno de Álvaro Giménez que se estrelló en el travesaño, y otro de Lluís Ricart que fue al poste. Además se le anularon dos goles a Xavi Molina.
Hasta que algo en la cabeza de los jugadores del Alcodiam hizo click y entonces vino lo que nadie se esperaba. De un duelo que llevaba camino de goleada de escándalo, en el que por momentos puso en entredicho la capacidad defensiva de los de Sergi Punset, un juguete en manos de una apisonadora, se pasó a otro encuentro completamente distinto, en el que el Caldes empezó a mirar la hora porque era incapaz de detener la avalancha ofensiva de un rival enfurecido y que veía posible la remontada.
No se puede decir que la transformación azulgrana fuera por una razón determinada. Simplemente fue un cúmulo de circunstancias y sobre todo creer que la hazaña era posible. Entre las buenas noticias, el estreno goleador del italiano Simone Romano, un jugador hasta la fecha en un segundo plano, pero que el tiempo que estuvo sobre la pista hizo las cosas muy bien y demostró que es un jugador aprovechable. Lástima del penalti fallado por Renato Castanheira con 0-5 y la falta directa que Roc Llisà no consiguió transformar a falta de 1:08 que pudo suponer el 4-5 en el marcador, que acabó en 3-5.
Foto: Deri Mataix supera a un rival en el segundo tiempo. Aldemar