El Barça antes de la hora de la verdad para el Alcodiam

Enfrentarse al Barça siempre es especial, sobre todo para el aficionado, por la magnitud de la entidad, por la excepcionalidad de sus jugadores, porque en cualquier disciplina parece que juegue en otra liga por su dimensión, pero nunca es un buen plan para el rival, y más si se está en el otro bando, el de los sufridores, en el que cualquier punto, cualquier victoria, hasta marcar un gol, es casi un milagro, una verdadera hazaña.

Las alegrías esta temporada en el Alcodiam son tan escasas que apenas se llegan a saborear. La derrota del martes, encajando ocho goles en la pista del Liceo, ha devuelto al equipo a la dura realidad que le acompaña este curso, donde las satisfacciones se han puesto muy caras.

Entre la crudeza de los dos primeros meses de competición y la esperanza de lo que viene a partir de ahora, con un tramo de competición en la que la mochila se aligera frente a rivales de su liga, se presenta esta noche (20,15 horas) en el pabellón Miguel Sarasa el Barça de los Pablo Álvarez, Marc Gual, Sergi Panadero y compañía, un partido que los buenos aficionados suelen marcar en rojo en el calendario y que seguramente los jugadores del Alcodiam hubiera preferido disputar en otras circunstancias.