Preocupa la baja percepción de riesgo sobre los efectos de fumar ‘porros’

Una de las cuestiones en las que ahonda el estudio de Socidrogalcohol por autonomías es la percepción que tienen los jóvenes de su adicción al cannabis o al alcohol, donde por cierto prevalece el denominado ‘binge drinking’, es decir, el atracón de fin de semana. La percepción es que el cannabis es una planta natural, por lo que los adultos jóvenes consumidores de cannabis ven al alcohólico de forma negativa, pero no al consumidor de cannabis. “Está mal visto beber entre semana, pero no fumar porros todos los días”, comenta Paco Pascual, médico de la UCA (Unidad de Conductas Adictivas) de Alcoy y coordinador del citado estudio sociológico.

Sin embargo, a los profesionales les preocupa las consecuencias y efectos a largo plazo de estos hábitos tan poco saludables, ya que los jóvenes consumidores son propensos al desarrollo de enfermedades mentales. Es tan simple, según indican, que en adolescentes el consumo frecuente de cannabis le dificulta mantener una conversación coherente y prestar atención. También falta de memoria, restricción de planes y actividades de ocio, pérdida de interés, así como nula resonancia afectiva y emocional. Igualmente, aseguran que el consumo de cannabis predispone a tomar otro tipo de sustancias estupefacientes, incluso precipita a cometer actos delictivos relacionados con el consumo.