Cierre de persiana con sabor a nata y chocolate

Dedicarse a la pastelería es mucho más que un trabajo, un gran ejemplo de ello es Félix López, pastelero de El Túnel desde hace 32 años, fecha en la que decidió ‘comprarle’ el local a su mujer Gloria Salazar, quién se enamoró de la fachada.
Félix y Gloria son naturales de Barcelona, el destino les llevó a Villena y una visita a Alcoy les predestinó a tener estar ciudad como lugar de residencia. “Pagábamos mucho de alquiler en Villena por la pastelería, quisimos comprarle el local al dueño pero no quiso. Un día vinimos a Alcoy y vi la fachada de El Túnel, me enamoró y le dije a Félix: me la podías comprar. En ese momento la pastelería estaba en traspaso, sin yo saberlo, mi marido llamó a Francisco Gadea y se hizo con El Túnel”, cuenta Gloria Salazar sobre su llegada a Alcoy.

Desde ese momento hasta hoy Félix y Gloria han tenido las instalaciones de esta pastelería como su segunda casa y el cariño de la gente como el motor de su día a día, sumado claro al amor por la pastelería.

López lleva 52 años dedicados a este trabajo y hoy, tras tres años con El Túnel en traspaso cierran una persiana que ha visto en su interior como estos dos barceloneses mantenían y han mantenido hasta el último momento ‘lo alcoyano’ “porque es lo que funciona y lo que la gente sigue pidiendo” y han ido incorporando nuevos elementos “como la nata, el chocolate o las tartas semiheladas”, detalla Salazar.

NO HAY RELEVO

Por el momento, El Túnel cierra hoy sin nadie que se quede a cargo. “Aquí es necesario un profesional, es un trabajo vocacional. Es todo artesano y eso conlleva muchas horas”, explica Salazar, quien reconoce que sería más fácil bajar la persiana sabiendo que próximamente alguien la iba a abrir y todo continuaría siendo parecido. Esto también les ayudaría a responder a los clientes que se han acercado estas semanas para despedirse y les preguntan “a dónde vamos a ir ahora”.

“Félix todavía tiene esperanza de que llegue alguien a quien explicarle todas las recetas”, asegura Salazar, quien recuerda que cuando ella y su marido se hicieron cargo de El Túnel, la pastelería llevaba un año y medio cerrada. “Los primeros clientes que vinieron nos dijeron que venían a probar, que no estaban seguros de que todo estuviera como la hacía ‘Paco’”, haciendo referencia antiguo dueño, Francisco Gadea.
En estas últimas semanas, han sido muchos los clientes que se han acercado hasta El Túnel para hacer sus últimos encargos. Enrique Verdú y Cristina Molina han acompañado a Félix y Gloria en estos años, y es que ellos, ya estaban en El Túnel cuando lo regentaba Francisco Gadea.

Félix y Gloria cierran hoy la persiana de un local que ha sentido el cariño y el afecto de la gente. “Nos han demostrado durante todos estos años mucho cariño, es una atención muy personalizada y se convierte en mucho más que un trabajo”, concluye Salazar, quien todavía no se imagina cómo va a ser el momento de echar el cierre definitivo , pero sabe, que habrá muchas lágrimas.

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