“O damos un giro a la 2ª B, o se muere”

Parece que algo nuevo se mueve en torno a la Segunda B. Los clubes de la categoría, cansados de ser el hermano pobre mientras que la Primera y Segunda División se reparten todo el pastel del negocio del fútbol profesional, la semana pasada alzaron su voz y se mostraron dispuestos a que la categoría de bronce salga del olvido en el que llevan años y reinventar una competición que de cara a la temporada 2019/20 puede verse abocada a la mayor reestructuración en sus más de treinta años de existencia, con la creación de dos categorías, una denominada de élite con los veintes mejores equipos del momento y una segunda confeccionado por cuestión geográfica.

La plataforma en la que se anunció esta profunda renovación de la Segunda B fue el Congreso del Fútbol Aficionado que se celebró la semana pasada en San Sebastián. Durante el mismo, salió adelante -contra todo pronóstico- la propuesta presentada por Marcelino Maté, presidente de la Federación de Castilla-León y de la Comisión Delegada de Segunda B, que en caso de salir adelante en la Asamblea General de la RFEF, que es el organismo que debe refrendar y dar la conformidad definitiva a la propuesta, supondría que la Segunda B, tal y como la conocemos en la actualidad, pasaría a ser historia.

La principal novedad es la inclusión de una liga élite con los cinco primeros clasificados de los cuatro grupos al finalizar la próxima temporada. Después habría una segunda categoría con un formato bastante similar al actual, solo que en vez de cuatro grupo habrían tres atendiendo a criterios geográficos. Los equipos valencianos estarían incluidos en el segundo junto a navarros, aragoneses, catalanes, murcianos y baleares. Hasta San Sebastián se desplazó el presidente del Alcoyano, Juan Serrano, como miembro de la delegación de la FVF y de la comisión de clubes de la Segunda B, que no ha querido pronunciarse sobre esta cuestión, emplazando a esta redacción a una rueda de prensa tras a reunión de la próxima semana del Consejo de Administración, siendo Fernando Ovidio, gerente de la entidad blanquiazul quien ha hablado.

Profesional con una dilatada trayectoria en la categoría, primero en el desaparecido Alicante que llegó a ascender a Segunda División, y desde hace unos años en el Alcoyano, ha asegurado que “lo que se está reclamando por parte de los clubes a la Federación es mejorar la competición y sus condiciones, darle un valor que está perdiendo. O le damos un cambio a la Segunda B, o terminará por morirse. No puede ser que un club tenga problemas de deudas con Hacienda o la Seguridad Social y pueda fichar tranquilamente, mientras que quienes estamos al corriente de pagos tengamos verdaderos problemas para salir adelante en el día a día. Ese problema no existe en el Fútbol Profesional, todos parten con las mismas normas, aquí las reglas son diferentes y cada uno se las apaña de la mejor forma que puede”.

Cree que la solución pasa porque la Federación tome cartas en el asunto y se empiecie a tomar más en serio la Segunda B: “Se están empezando a ver algunas mejorías, pero son insuficientes. Debe creerse que la Segunda B es la categoría reina de la Federación. No puede ser que los clubes filiales compitan con nosotros, acaban desvirtuando la competición por potencial económico. Tampoco es lícito que vayas a algunos campos y los partidos se jueguen en polideportivos, con todos mis respetos. Debe haber unos mínimos, de lo contrario esto no es fútbol, al menos de Segunda B. La Federación debe ponerse las pilas y que todos podamos competir en igualdad de condiciones, eso significa que todos estemos al día en nuestras obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social, está el tema de las infraestructuras… De lo contrario, la Segunda B seguirá siendo una categoría cada vez menos atractiva”.

Otro problema que observa Fernando Ovidio son los inversores extranjeros, cada vez más presentes en los clubes de la categoría. “Al estar cada vez más difícil subsistir con los recursos propios, los clubes lo que hacen es venderse a la llegada de inversores de fuera. El año pasado tuvimos el ejemplo del Eldense, y ya se conoce como terminó la cosa. Este año tenemos el Ontinyent al lado, está el Lorca y la lista cada vez es más amplia. También el Alcoyano ha tenido la oportunidad de ser comprado. Los clubes en esas situaciones acaban siendo negocios de unos particulares, que nunca sabes cuáles son sus verdaderas pretensiones. Son cada vez más clubes que antes de morir han caído en esa tentación y es lo que hay que evitar y que sean controlados por la gente de la propia ciudad”. Ahora habrá que ver en la situación que queda esta propuesta de cara a la Asamblea General de la RFEF tras la elección de Rubiales como nuevo presidente.

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