1.000 kilos de solidaridad

Como las bonitas historias, tiene un origen, personificado en esta ocasión en la figura del televisivo Jesús Calleja, con el que desde hace unos años mantiene una fuerte amistad. Fue la filmación en 2013 de un programa del polifacético aventurero leones, el que llevó a Jordi Reig hasta Etiopía, en pleno corazón de África, la casa de muchos campeones mundiales y medallistas olímpicos.

El alcoyano, además de ser responsable de una de las clínicas de fisioterapia más prestigiosas de la Comunidad Valenciana, es triatleta de largo recorrido, con cuatro Ironman de Hawai sobre sus espaldas.

Calleja le pidió entonces que se convirtiera en prácticamente su sombra para hacer posible el reto de terminar el maratón de Awasa con apenas 40 días de preparación. El alcoyano, como profesional de la fisioterapia y deportista con amplio historial, aconsejó. trató y le ayudó a terminar la prueba.

Un viaje que cambió para siempre su percepción sobre las gentes de aquel continente y la forma que tienen de afrontar la vida pese a sus carencias en el día a día. Jordi Reig entendió que su experiencia en dos parcelas como el deporte y su perfil como fisioterapeuta de prestigio podía ser de gran ayuda a un colectivo que entrenaba en unas condiciones realmente tercermundistas.

Nada más regresar de aquel primer viaje se puso manos a la obra y surgió la idea de poner en marcha Runners for Ethiopia, que es la denominación que recibe este viaje solidario que pretende ayudar a jóvenes atletas sin recursos y la formación de fisioterapeutas locales con la aportación de material sanitario.

Su regreso se produjo el verano siguiente, ya sin Jesús Calleja, y en aquella primera edición contó con la ayuda de la fisioterapeuta Àngels Santos y el preparador físico Raül Compeny. Del éxito que alcanzó con aquella primera expedición surgió la idea de implicar a más fisioterapeutas, a la vez de ofrecer la posibilidad a que atletas pudieran disfrutar de la experiencia de poder entrenar con corredores locales y tomar parte en el Maratón de Awasa, prueba que se corre a 1.700 metros de altitud.

El gran salto se produjo en 2015, con una expedición integrada por casi medio centenar de personas, unas cifras que se han ido consolidando en las siguientes ediciones y que han oscilado dependiendo de las fechas en las que se ha celebrado el viaje. Desde la organización del proyecto les consta que más personas estarían dispuestas a participar, pero el principal obstáculo es el tiempo de duración, que se prolonga hasta las dos semanas y no todos tienen la disponibilidad de cogerse quince días libres en mitad de junio.

Cada expedicionario corre con los gastos de desplazamiento y la condición es que, además de su equipaje personal, lleve una maleta solidaria con todo el material obtenido de las donaciones. Los cuarenta expedicionarios que arropan esta edición –veinte corredores y otros veinte son personal sanitario entre fisios, dos médicos y la novedad de una ATS– se repartirán los 1.000 kilos de material que han cargado en el vuelo que les desplaza hasta Addis Adeba.

La expedición partió a última hora de la tarde de ayer. Está previsto que pisen otra vez territorio español el viernes 29. En anteriores ediciones se visitaban dos de los cuatro Centros de Alto Rendimiento que tiene Etiopía para la formación de sus atletas. En esta ocasión se amplia el reparto de material a un centro más. Además de Debre y Bekoji, está previsto visitar Hagare.

Otra importante novedad, según indica Jordi Reig, es la implicación de primeras marcas deportivas en el proyecto. De esta manera, casi todo el contenido desplazado corresponde a donaciones de material para estrenar. “Estamos muy satisfechos de que marcas como Skechers, Mizuno, Asics, New Balance o Brooks, hayan decidido colaborar, lo que supone un enorme salto cualitativo y que los atletas etíopes puedan recibir material nuevo y no ya estrenado como venía sucediendo hasta ahora.

Pruebas como el Maratón de Valencia y otras del Circuito Valenciano nos han entregado ropa y camisetas de excedentes y por usar. También nos ha pasado que marcas de material sanitario han querido colaborar con utensilios para estrenar. Los frutos del proyecto empiezan a verse claramente. Antes veías a atletas que venían a correr descalzos o con zapatillas que estaban tan desgastadas que parecían chanclas. Ahora vienen con zapatillas que fueron entregadas el año anterior y serán sustituidas por unas nuevas. También sucede algo parecido con los fisios. Nos mandan fotos en los que se les puede observar trabajando con ecógrafos que entregamos el año anterior”, desvela el alcoyano.

Está previsto realizar una colaboración con el hospital de Awasa, además para esta edición se ha ampliado a cinco –un día más– las jornadas de formación con fisios locales. Previamente al viaje se ha hecho una importante labor de clasificación y organización de todo el material por nombres y tallas que desde Etiopía ha entregado a Runners for Ethiopia. Todo ese material perfectamente clasificado se entregará a cada atleta en un gimbag gentileza de la firma deportiva Urban Runners. En total está previsto entregar unos 400 pares de zapatillas.

Paralelamente a esta visita anual se ha creado un vínculo con algunos atletas etíopes avalado por el mismísimo Haile Grebrlassie, uno de los mejores fondistas de la historia del atletismo, ampliado con el desplazamiento de algunos corredores etíopes de élite en el último año y medio hasta nuestra ciudad para ser tratados de alguna lesión.

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