Emergencia en la cuenca del Serpis por el mayor déficit de lluvia en años
Cada año por estas fechas hablamos de lo mismo: la sequía. Una situación que preocupa, y mucho, a las comarcas del interior de Alicante. Pero una situación, además, que se convierte en extrema cuando desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) decretan la emergencia por sequía –la máxima que existe– en la cuenca del Serpis. Para ello, lógicamente, se han tenido en cuenta diversos factores, pero especialmente el nivel que presentan tanto embalses como acuíferos, que recordemos se encuentran este año bajo mínimos debido a la escasez de lluvia.
Señalar que la declaración de emergencia en el sistema de explotación del Serpis lleva aparejada una serie de medidas restrictivas para el riego, así como el mantenimiento de un caudal mínimo en el pantano de Beniarrés, en este caso, y del río Serpis en su conjunto, con el objetivo de preservar la fauna piscícola.
Cabe reseñar que la cuenca del Serpis, junto con la Marina Baixa, son las únicas zonas de la demarcación del Júcar que se encuentran en semejante situación de riesgo. El embalse de Beniarrés, en concreto, se halla a un escaso 7% de su capacidad y el aspecto que presenta es desolador.
Ciclo seco
La sequía que padece la provincia y más concretamente, las zonas de l’Alcoià, el Comtat y las Marinas, ya ha sido calificada por los expertos en climatología como la mayor de los últimos 25 años, debido a un déficit de precipitaciones superior al 50% respecto a la media que se considera normal. Los climatólogos hablan, de hecho, del ciclo seco que atraviesa nuestro territorio y que se viene arrastrando desde hace tres años, si bien este verano se habría agudizado y extendido a las comarcas de la Montaña de Alicante, que tradicionalmente se habían mantenido al margen de la sequía extrema que caracteriza a la zona del Vinalopó, por ejemplo.
Previsiones nada alentadoras
Lo más preocupante para los climatólogos, sin embargo, no es la situación actual, sino las perspectivas a corto y medio plazo, que no se presentan nada halagüeñas en lo que a precipitaciones concierne. Y es que las previsiones de cara a los próximos meses pasan por un otoño con lluvias por debajo de lo normal.
Como siempre, en climatología nada es certero al cien por cien y habrá que esperar para ver si se confirman los pronósticos, aunque el panorama, como estamos observando, no es muy alentador para nuestras comarcas en lo que a lluvias se refiere.