El vómito en perros: cómo actuar
DANIEL PÉREZ, educador y adiestrador canino en @adivoadiestra
Todos aquellos que tenemos perros, nos hemos enfrentado en algún momento a la situación en que el animal ha vomitado y no hemos sabido si darle importancia o no. Vamos a dar algunas claves al respecto de los vómitos y sobre cómo debemos actuar.
En principio, el mero hecho de vomitar no es algo que nos tenga que preocupar, las causas por las que un perro vomita pueden ser muy variadas: porque le haya sentado mal cualquier cosa que ha comido, por comer demasiado deprisa, ingerir demasiada cantidad de comida o de agua, comer hierba (que normalmente está asociado a un malestar estomacal previo), nervios, etcétera.
Si el vómito es un hecho aislado y no observamos ningún otro síntoma en el perro que nos dé a entender que puede tener algún problema, en principio no deberíamos darle más importancia.
¿Cuándo debemos preocuparnos por que nuestro perro vomite?
Cuando realmente si debemos preocuparnos es cuando el vómito es repetitivo en períodos cortos de tiempo, horas o días, o cuando el vomito vaya acompañado de sangre, y si además del vómito observamos otros signos de que podría estar enfermo, como estar especialmente inactivo, diarrea o distensión abdominal. En estos casos, lo primero que deberíamos hacer es consultar inmediatamente con nuestro veterinario para que compruebe el estado de salud de nuestro compañero, ya que hay multitud de enfermedades en las que el vómito continuado es uno de los síntomas principales. Pero como decimos, siempre es el veterinario el que tiene que determinar el problema y cómo solucionarlo.
¿Qué debo hacer si mi perro ha vomitado?
En el caso de que nuestro perro haya vomitado de forma aislada hay varias consideraciones que debemos tener en cuenta.
En primer lugar, no deberíamos darle de comer en las próximas 12-24 horas, esto es importante ya que si el estomago estuviese irritado y no permitimos que descanse podríamos provocar nuevos vómitos.
Es importante que no le falte el agua, ya que se podría deshidratar, pero no permitir que beba mucha agua de golpe, ya que podría provocar nuevamente el vómito.
Una vez transcurrido este tiempo podemos probar a introducirle dieta blanda en pequeñas cantidades, por ejemplo, arroz hervido con pollo. Si esto lo tolera bien, podemos ir introduciéndole poco a poco su dieta habitual, siempre vigilando que no se produzca ningún cambio en el estado de salud del animal ni vuelva a vomitar.
Particularmente, yo acostumbro a darles medio yogur natural previamente a introducirles la dieta blanda y posteriormente, mezclo la dieta blanda con su pienso.
Un detalle importante: nunca debemos darles medicación con el fin de cortar el vomito sin prescripción veterinaria, ya que el vómito es el síntoma el cuerpo está intentando expulsar algo, si cortamos el vómito estamos impidiendo que nuestro perro lo expulse y sería contraproducente.
Y algo que parece muy obvio pero nunca está de más recordarlo: no debemos reñirlo por haber vomitado, ya que vomitar es algo totalmente involuntario, igual que para nosotros.
En definitiva, es complicado saber cuándo debemos preocuparnos o no, pero ante la duda es mejor consultar siempre al veterinario, que es el más cualificado para orientarnos, y a veces es preferible pasarse de precavidos.