El riesgo de los “experimentos”

Después de las fiestas navideñas el primer pleno del año no ofrece, muy a nuestro pesar, grandes novedades. Un salón plenario vacío, con la única presencia de algún asesor municipal. La única nota de color la aportaron un grupo de sufridores, que con sus camisetas enfundadas vinieron a apoyar la moción del PP sobre las escuelas infantiles, por sentirse víctimas de una medida totalmente injusta planteada por el gobierno PSOE-Compromís en la Generalitat.

Ninguna sorpresa tampoco respecto a los asuntos que el gobierno municipal socialista aportó a este pleno: Tan sólo se dedicaron tres minutos de las dos horas y media que duró el pleno para tratar dos convenios impulsados por otras administraciones.

El resto del tiempo, hasta las dos horas y media, lo ocuparon los asuntos aportados por la oposición. Dos mociones, una presentada por el Partido Popular y otra por Guanyar, y ocho ruegos. A esto último dedico mi primera reflexión: Los partidos políticos y en última instancia el alcalde, que es quien regula los plenos. Deberíamos seleccionar para pleno aquellos asuntos que realmente lo requieran. Y digo esto, no sólo para tratar de optimizar el tiempo de los medios de comunicación, personal del ayuntamiento, público, etc., sino sobre todo porque entre tanto asunto se corre el riesgo de desvirtuar aquello que por su trascendencia e importancia, requiere ser debatido y aprobado en un salón plenario. Para estos menesteres ya están las comisiones informativas. Un apunte: ¿Qué hubiera pasado si el Partido Popular hubiese presentado a pleno las 45 preguntas que formuló en la última comisión informativa? Ahí lo dejo.

La moción del Partido Popular tenía como fin que desde el ayuntamiento de Alcoy se instara al gobierno de la Generalitat a que desistiera de su programa “experimental” para la escolarización de niños de 2 a 3 años en centros públicos.

De entrada los “experimentos” en materia de educación y con niños de por medio no nos parecen lo más adecuado. Pero además, por los datos expuestos por la concejal del PP Amalia Payá, tampoco era necesaria esta medida: Alcoy dispone de excelentes escuelas infantiles tanto públicas como privadas y para este curso habían quedado vacantes 133 plazas. En octubre se implantan 2 aulas más incrementando en 36 las plazas, de las cuales 10 tampoco se cubrieron según fuentes municipales.

Un gran despropósito, más a tenor del debate suscitado en el que ningún grupo político se sentía totalmente satisfecho del programa. Se escucharon referencias a que “Alcoy no era el mejor sitio para la experiencia piloto” (Compromís), “las prisas en la implantación no habían sido buenas” (Ciudadanos), o que “el programa era experimental y como tal estaba sujeto a cambios” (PSOE).

Pero en esta ocasión, el premio al desatino se lo concedo a Guanyar Alcoi, que se sorprendía de que el Partido Popular también defendiera lo público y no sólo lo privado, que consiguió ofender a los representantes de las escuelas infantiles concertadas que asistieron al pleno al llamarles mercantilistas y que se limitó a hacer una defensa a ultranza de lo público sin dar ninguna opción a los conciertos con escuelas infantiles privadas.

Pues eso, que cierren las escuelas infantiles privadas y a ver quien atiende a los niños de 0-2 años.

La votación también sorprendente. Después de manifestar todos algún tipo de reparo con la medida, el Partido Popular se queda solo, con la abstención del grupo Ciudadanos y el voto en contra de todos los demás. Y eso que solo pedíamos diálogo, estudio de necesidades y reutilización de los fondos destinados a este programa para la educación PÚBLICA de enseñanza obligatoria.

La otra moción presentada por Guanyar Alcoi si que contó con la unanimidad de todos los grupos políticos. Se pedía instar a la Generalitat para impulsar las obras de consolidación del polígono Santiago Payá. También aquí se escucharon cosas interesantes. Edu Tormo (PP) recordaba que este polígono fue gestionado por un gobierno socialista y lo calificaba, siendo benévolo, como desastroso. Se preguntaba además qué hubiera pasado si hubiese sido un gobierno del Partido Popular el que hubiese construido un polígono industrial sin cumplir la declaración de impacto ambiental.

Pero la parte más sorprendente llegó cuando el representante del gobierno socialista le recordó al señor Tormo que estaba equivocado, que no era un gobierno socialista en solitario el que gestionó ese proyecto, sino que también estaba integrado por Esquerra Unida y Nova Esquerra, cuyos herederos eran ahora los que presentaban la moción a través del grupo Guanyar Alcoi. Otro detalle que dice mucho en favor de Manolo Gomicia aunque no tanto de su partido socialista fue cuando reconoció que el polígono Santiago Payá nunca debió haberse hecho, pero que ya estaba construido y no se podía hacer nada.

Un último apunte: Los representantes de la plataforma Salvem 0-3 pidieron la palabra en el apartado de ruegos y preguntas para reprochar que no prosperara la moción y que eso pusiera en riesgo su continuidad. Como dejó entrever Amalia Payá en su intervención: ¿será esto el inicio del fin de la educación concertada?

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