El mundial de la inclusión

Dieciséis selecciones de fútbol compuestas por integrantes con parálisis cerebral se darán cita entre el 4 y el 24 de septiembre en la ciudad argentina de San Luis para disputar el Mundial Paralímpico de Fútbol 7. Entre ellas se encuentra España, que compite bajo las órdenes de Jorge Peleteiro, exportero internacional paralímpico y exentrenador del Rayo Ibense.

Encuadrada en el Grupo A junto a Brasil, Irlanda y Canadá, el objetivo de la selección española, según confirma Jorge Peleteiro, “es intentar pasar de grupo”. El funcionamiento del torneo es idéntico a cualquier otro: “los equipos se dividen en cuatro grupos formados por cuatro selecciones en cada uno y los dos mejores de cada grupo pasan a cuartos de final”. La única diferencia, recalca Peleteiro, es que “en estos torneos, aunque caigamos eliminados, todos seguimos compitiendo hasta el final para dilucidar en qué posición del ránking quedamos, y muchas veces estos partidos los utilizamos como clasificatorios para los próximos campeonatos”.

Grupo complicado

Peleteiro reconoce que los rivales del grupo son complicados. “Brasil es una potencia mundial que siempre termina entre los dos o tres mejores del mundo. Irlanda ha dado un pasito adelante y se ha colado en el top 8 mundial. Canadá es el rival más parejo a nuestro nivel”. Por ese motivo, conseguir pasar de grupo ya sería un éxito para una selección que “todavía no se encuentra en la élite mundial, aunque nuestra idea es intentar alcanzarlo en los próximos años”.

El fútbol paralímpico nacional se encuentra en el segundo escalafón internacional, por detrás de las potencias mundiales, que según explica Jorge Peleteiro, son “Brasil, Ucrania, Rusia e Irán”. El motivo que explica el desarrollo del fútbol paralímpico en estos países es esencialmente el gran apoyo estatal que reciben. “El fútbol paralímpico allí está profesionalizado o, como mínimo, semiprofesionalizado”.

La situación en España no es precisamente la misma. “Aquí también existe una liga nacional que la componen ocho equipos. En los cuatro años que tiene de vida, la liga no ha dejado de crecer. Empezamos con cinco conjuntos y ahora ya estamos en ocho y con posibilidades de que aumente el cupo”.

Nulo apoyo de la RFEF

Jorge Peleteiro reconoce con pesar que el fútbol paralímpico en España no recibe apoyo alguno por parte de la Real Federación Española de Fútbol. “En ese sentido estamos completamente desamparados, olvidados. Por eso no alcanzamos el nivel al que llegan las potencias mundiales, porque no contamos con el respaldo de la Federación. Solamente sobrevivimos gracias a subvenciones de la Federación Paralímpica”.

Esa desatención por parte de la RFEF se traduce tanto en falta de apoyo tanto institucional como económico. Por ese motivo toda ayuda es bien recibida. “Nosotros nos financiamos, además de con la Federación Paralímpica, gracias a la Fundación Once, al Consejo Superior de Deportes y la inyección que ahora nos aporta la Fundación de La Liga”.

Pese a todo, las limitaciones en el día a día resultan palpables y no son una novedad, según relata Jorge Peleteiro. “Llevamos cinco o seis años llamando a la puerta y al final nos van cortando los filtros y siempre nos la encontramos cerrada”. Ni yendo de la mano del exseleccionador nacional Vicente del Bosque, cuyo hijo Álvaro sufre síndrome de Down, consiguieron hacerse oír.

Hasta tal punto resulta extrema la situación que la Federación ni siquiera aporta los uniformes de competición del cuadro nacional. “Para el Mundial de Argentina, la ropa genérica de calle nos la ha proporcionado nuestra Federación del Comité Paralímpico, pero la ropa técnica la hemos conseguido gracias al apoyo de patrocinadores privados de Ibi”.

La Federación Española de Fútbol, que ahora atraviesa un momento convulso, no accede, por el momento a prestar su colaboración su colaboración para impulsar el desarrollo del fútbol paralímpico nacional. Peleteiro defiende, en este sentido, que en momentos como éste, en los que el prestigio de la Federación se ve deslucido, tomar partido en iniciativas como el apoyo al fútbol paralímpico contribuiría a mejorar su imagen y sería un bien para todos, tanto para la Federación como para la selección paralímpica

Colaboración de los clubes

El caballo de batalla con el que Jorge Peleteiro lleva lidiando los últimos dos años es conseguir que los clubes punteros de Primera y Segunda División española creen secciones de fútbol paralímpico. Desde su faceta como responsable de fútbol de la Federación Paralímpica, Peleteiro se ha reunido con la mayoría de los equipos del fútbol profesional patrio y, aunque a cuentagotas, los resultados empiezan a observarse los resultados. “De momento hemos conseguido que Hércules y Levante tengan sus equipos paralímpicos. Cádiz, Celta, Valencia y Villarreal están en camino”.

Pero para tener mayor visibilidad y repercusión social, necesitan el empuje de los grandes clubes. Y eso, por el momento, parece complicado. “Al final te das cuenta de que el que más tiene es el que menos se involucra”, reconoce Peleteiro. “Nos reunimos con el Real Madrid pero no congeniamos, porque su idea de fundación chocaba con la de competición y nosotros compatibilizamos ambas cosas: la fundación y el deporte de élite”, a la vez que recuerda que, gracias al deporte, los integrantes del equipo paralímpico nacional pueden optar a recibir otras ayudas, como becas universitarias destinadas a los deportistas de élite.

Jorge Peleteiro confía en que poco a poco la situación vaya mejorando. Aun así, hoy en día, con el Mundial a la vuelta de la esquina, lamenta que “estamos representando a España y no nos sentimos apoyados por el país”. Tan solo en los buenos momentos notaban su presencia. “Durante 18 años he sido jugador de la selección. Hemos tenido éxitos, como medallas paralímpicas, y en esos momentos sí se acercaban para la foto”.

Por eso, echa en falta recibir el sustento de una mano amiga en momentos en las que no vienen tan bien dadas. En el mundial, España se las verá con selecciones, como Rusia y Ucrania, que, además de la vertiente deportiva y competitiva del fútbol, potencian sobremanera el ámbito humano. Porque, como defiende Peleteiro, el deporte es un mecanismo que puede tender un puente de inclusión a la vida social, académica o laboral de las personas que sufren parálisis cerebral. Por ello confía en que la Federación recapacite y les brinde su apoyo.

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