El Esport en 3D empieza a escribir su propia historia
Las comparaciones siempre son odiosas y en el caso de la denominada gran fiesta del deporte alcoyano, mucho más. Su esplendoroso pasado, con episodios que siempre estarán en un lugar preferente dentro de la rica memoria de nuestro deporte, le hizo más mal que bien porque ni los tiempos son los mismos, ni mucho menos los hábitos y las necesidades de la sociedad actual son comparables con hace dos décadas cuando esta actividad tocó techo.
El paulativo declive posterior llevó a cuestionarse muchas cosas, incluso hasta la desaparición de las 24 Horas, si bien ningún gobierno posterior se atrevió a dar el paso, pero cerca se estuvo. Se buscaron algunas fórmulas alternativas, como empezar el viernes y suprimir la jornada del domingo, pero ni así se logró recobrar el interés y frenar el progresivo deterioro que llevó a las 24 Horas a su nivel más bajo.
En un ejercicio por salvar lo insalvable, se decidió cambiar su denominación para mayor gloria de su pasado, tomando el nombre de 3D como un guiño a los nuevos tiempos que se avecinaban. El empeño por darle otro aire a una fiesta deportiva con unos patrones muy definidos, tampoco dieron el resultado esperado y fue acumulando ediciones sin convencer ni a deportistas, que veían que la competición perdía interés cada edición, y mucho menos a los visitantes, que no encontraban ningún aliciente para permanencer en la instalación más allá del partido o la actividad que iban a presenciar.
Dar con la tecla mágica era el reto de cada año. Ese momento puede haber llegado. La quinta edición dejó algunas pistas que pueden marcar el camino a seguir en los próximos años. A diferencia de Cocentaina y Muro, que siguen manteniendo la oferta de separar deporte de adultos con escolar, el Centre d’Esports ha sido partidario de mantener en el 3D esas dos franjas de edad a sabiendas que la fórmula no terminaba de cuajar del todo.
Fórmula mágica
Alberto Belda, en su estreno como concejal de deportes, parece haber dado con la tecla o por lo menos en esta edición la fórmula ha funcionado mejor que en los cuatro años anteriores. El secreto de alargar el viernes el horario nocturno del fútbol y del fútbol sala, permitiendo así que el deporte escolar pudiera disputar los partidos decisivos de sus respectivas competiciones en horario de máxima afluencia al polideportivo el sábado por la tarde.
El resultado: todas las instalaciones a pleno rendimiento, mayor interés en la competición y el Francisco Laporta ha registrado un movimiento de visitantes como hacía tiempo que no se veía. El reto ahora será consolidar esa mejoría y dar otro pasito al frente en la próxima edición, en la que se dispondrá de un campo más de césped artificial y la pista exterior estará techada.