El despertar de un grande

Un grande como el Club Tenis Mesa Alcoy anda de vuelta y muchas ganas de volver a ocupar ese lugar privilegiado que siempre tuvo en la primera escena del deporte local. Lejos en el tiempo queda esa prodigiosa década de los 90 cuando nuestra ciudad era toda una potencia del tenis mesa nacional, echaba mano de jugadores extranjeros para reforzar las plantillas y contaba con una internacional, Chiqui Sempere, que llegó a ser campeona de España y levantó el título en la liga española tras fichar por el mejor club femenino de la época.

Un resurgir tras una etapa de pura supervivencia que ha sido posible sin apartarse de las señas de identidad que le llevaron a tocar techo con aquellos recordados enfrentamientos de División de Honor en el desaparecido gimnasio del polideportivo Francisco Laporta, junto a la piscina cubierta, terrenos sobre los que hoy se asientan el pabellón Mutualidad Levante.

Echando mano del producto propio, con una base exclusivamente de jugadores locales, el Unión Alcoyana CTM Alcoy que es el nombre que recibe tras la entrada de la aseguradora como principal patrocinador, se ha situado cuarto, con los mismos puntos del tercer clasificado, puesto que da derecho a jugar el play-off de ascenso a la División de Honor.

Un regreso clave

Clave en este proceso ha resultado el regreso al club de Pablo Bernabéu, de 22 años, que tras un par de cursos en el histórico Alicante TM, que le brindó la oportunidad de forjarse en la División de Honor mientras que el CTM Alcoy estaba en Primera Nacional, decidió volver este verano a sus orígenes y convertirse en un refuerzo de lujo.

Se ha convertido en el complemento ideal de Alfredo Gisbert Molina, toda una institución dentro del club a sus 24 años, en el que lleva desde los 11, la mayoría de ellos jugando en su primer equipo. Como infantil llegó a ser uno de los tres mejores jugadores de España, lo que le pudo conducir hasta el profesionalismo, pero prefirió enfocar su vida hacia el estudio y posterior graducación como ingeniero.

Ambos forman una de las parejas más sólidas y potentes de la Primera Nacional, tanto por trayectoria como por calidad, siendo la tercera pata de la silla sobre la que se asienta actualmente el CTM Alcoy se encuentra Arnau Ferrer, que a sus 19 años es el benjamín del equipo. La irregularidad de sus actuaciones, lógicas por otro lado dada su juventud y ser un jugador en formación, han dado paso a una etapa de mayor madurez en sus actuaciones y, sin ir más lejos, aportó dos puntos en la contundente victoria de la pasada jornada por 0-6 en casa del CTM Elche.

La cuarta pata de la silla

La cuarta pata de la silla es un histórico, Alfredo Gisbert Iborra, verdadera alma mater de este deporte a nivel local, presidente del CTM Alcoy y jugador suplente, además de entrenador. “Hemos tenido ofrecimientos hasta gratis de gente muy buena, pero hace unos años decidimos que el primer equipo debía estar formado por gente local, lo que implicaba que unos años no estuviéramos bien como nos estaba pasando en las últimas temporadas, o años más buenos, que es el momento actual”.

La última experiencia con la División de Honor fue hace cuatro temporadas cuando sin fichajes por falta de presupuesto sufrieron dos descensos casi consecutivos, pasando de la división de plata del tenis mesa español –la máxima categoría corresponde a la Superdivisión– a la Segunda Nacional.

El regreso de Pablo Bernabéu el verano pasado posibilitó elevar el punto de mira para este curso, que se situó en hacerse con una de las tres plazas que dan derecho al play-off de ascenso, si bien un flojo arranque liguero, con un par de derrotas inesperadas, le llevó a filtrear incluso con las plazas de descenso.

Superado ese mal trago inicial, el Unión Alcoyana CTM Alcoy logró rehacerse y acumula seis victorias consecutivas que le han llevado hasta la cuarta plaza, empatado a puntos con el tercero, los andaluces del Huertor Vega y quinto es el Alicante TM, que también está con ocho triunfos. “Personalmente veo campeón a La Zubia, cuentan con la mejor plantilla, pero luego estamos cuatro o cinco equipos muy igualados para dos puestos. No sería nada descabellado pensar que una de esas plazas puede ser nuestra, es más estoy totalmente convencido de que lo podemos conseguir, nuestro problema es el lastre que arrastramos de las primeras jornadas”.

Otro cantar será la fase de ascenso en caso de conseguir la clasificación. Ahí el objetivo de las cuatro primeras plazas estará caro, sobre todo para un equipo que económicamente tendrá complicado competir frente a rivales dispuestos a apostar fuerte por subir a División de Honor con refuerzos de última hora. “Lograr una de esas cuatro plazas será muy complicado por no decir que imposible. Nuestras opciones de ascenso pasan por un buen sorteo y tratar de meter la cabeza entre los seis primeros y que se produzca alguna vacante”.

El CTM Alcoy, además de un equipo en Primera Nacional, cuenta otro en Tercera Nacional o Superliga Autonómica, uno en Primera Autonómica y dos en Segunda Autonómica.

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