El debate del estado de los concejales
De la ciudad, de lo que se dice la ciudad, en realidad hablaron poco. Aquello fue, una vez más, el debate de ellos, de sus cosas, sus líos, dimes y diretes. Mario Santacreu –que si tiene que leer sus intervenciones debería practicar con Bolos Teatro– aprovechó incluso para inmolarse contra “los traidores” que tiene a pocos centímetros de su sillón y volvió a repetir, porque sabe que les sienta mal, aquello de las “manos manchadas de sangre política”. Lamentable. Nando Pastor recriminó a Paco Agulló los insultos a empresarios; David Abad confesó que veia a Santacreu y a Sedano militando en el PSOE y Jordi Martínez asesoró a los de UPyD respecto a sus compañeros de viaje.
¿Y de la ciudad? Se habló del mundo occidental, de Europa, de la corrupción más allá de nuestros parques naturales y hasta de la Banca.
Dos horas y media de monólogos, porque cada uno tiene su turno y no hay interrupciones, moderno cronómetro en marcha que pita como en los programas televisivos y a otra cosa mariposa. Cada cual expuso lo suyo, con flores a María el PSOE y Esquerra Unida, que casi acaban pidiendo un homenaje a su gran labor. Repitieron todas las críticas que llevamos dos años oyendo a la gestión de Sedano y pasaron de puntillas, sin apenas escucharse, sobre la propuesta de Pastor para sentarse a priorizar para qué se quiere el dinero que nos debe Generalitat; la recuperación municipal del servicio de limpieza viaria y la puesta en marcha de un centro de atención a mayores en la zona alta.
La sesión fue sosa, aburrida, sin chispa, monótona. Formalmente el que mejor se desenvuelve es Nando Pastor, del PP, a quien se le nota su vocación política. Es un buen debatidor, pero su exposición para ayudar al gobierno a que pueda cobrar lo que nos deben –la deuda no es con el bipartito sino con todos los alcoyanos– fue como para echarle tomates. Hay que diferenciar la forma del contenido. Pastor acierta con las formas pero en esta ocasión fracaso estrepitosamente con el contenido.
¿Cómo se puede plantear que para exigir que se nos pague la deuda legítima, incontestable, que tiene Generalitat haya que justificar para qué queremos el dinero y con qué nos lo vamos a gastar y que aclaremos las prioridades?
La fórmula propuesta por Pastor debería aprobarse por decreto y aplicársela a los Bancos cuando pretenden desahuciar a algún moroso:
– “Señor Botín, si quiere que le pague la hipoteca acláreme antes en qué se va a gastar el dinero y negociemos las prioridades que le va a dar al dinero que le debo…
Pues en el salón de plenos no paso nada. Peor aún, el señor alcalde casi le agradece a Pastor el gesto, confesó que “recojo el guante” y está dispuesto a sentarse. Paco Agulló calló y David Abad también. Quizá porque en el fondo no se escuchan. Allí va cada cual con sus papeles a soltar su discurso y da igual lo que digan los demás, siempre que no sea contra el partido, claro.
El portavoz del PSOE, Jordi Martínez, presumió en voz alta, sin miedo a que le creciera la nariz, que este gobierno está pagando a 2’5 meses todas las facturas de los proveedores. Y tampoco nadie le contestó. Si usted es un proveedor del Ayuntamiento sabrá de sobra a cuanto paga realmente el Ayuntamiento de Alcoy. Pero ellos dicen que a dos meses y medio. Quizá porque todos ellos cobran a 30 días.
Por tres veces se dijo en el salón de sesiones que se va a recuperar el servicio de limpieza viaria. Lo anunció Paco Agulló, lo confirmó Jordi Martínez y lo sentenció el alcalde. Van a por todas. Pero ayer mismo el concejal responsable del área ya hablaba de una voluntad política. Otra cosa será si realmente se puede hacer. Una cosa como lo de pagar a dos meses y medio. El Gobierno central tiene congeladas las contrataciones en la administración pública, algo que se está sufriendo en las carnes de no pocos ayuntamientos. ¿Podrá el Ayuntamiento de Alcoy contratar a toda la plantilla del servicio de limpieza? ¿Le autorizará el gobierno?
Es una buena estrategia. Yo quería, pero no me han dejado. Como en la rasgadura de camisas por la negativa a un préstamo para inversiones. Una operación financiera a la que se ha llegado en el mes de octubre. Nuestro Ayuntamiento iba a realizar sus inversiones en el último trimestre del año. ¿Qué han hecho hasta el mes de septiembre?.
Pues han hablado y mucho de ellos mismos y de lo mucho que se esfuerzan y trabajan. El alcalde informó que los ocho concejales del gobierno trabajan a un ritmo de 180 pulsaciones. Pero no se imagina, en la calle, a cuántas pulsaciones funciona el personal en estos momentos.
Quizá el año que viene haya debate sobre el estado de la ciudad. Quizá. Y ojalá David Abad, que se lo veía venir, consiga convencer a sus compañeros de corporación para que entiendan la diferencia que hay entre el estado del Ayuntamiento y el estado de la ciudad. Y de paso que les aclara también que el estado de los concejales es algo que solamente les interesa a ellos y al cardiólogo del gobierno.