El Calderón se llenará para vibrar con el violín de Malikian

El violín del artista Ara Malikian sonará mañana en Alcoy y lo hará en un Teatre Calderón a rebosar, ya que las localidades anticipadas para esta actuación hace semanas que están agotadas, pero como es habitual, el teatro se ha reservado algunas para su venta en taquilla, la cual abrirá sus puertas a las 18,30 horas.

De esta forma, el violinista libanés nos presentará este domingo a las 19,30 horas su último trabajo, ‘La increíble historia de violín’. El espectáculo estará contextualizado en la recta final de la conmemoración del décimo aniversario de la reinauguración del Teatre Calderón que se está llevando a cabo este año 2017.

Ara Malikian nos presentará así, después de unos años muy intensos de recorrer mundo y mostrar el mejor de su arte y su música con diferentes espectáculos, una gira centrada en el instrumento que más le gusta, el violín, para contarnos una historia casi auto-biográfica. Un violín que nació en Módena y viajó hasta el Líbano para encontrarse con un pequeño Ara de tres años, al que su padre, también violinista, adiestró en el arte que después lo haría famoso en todo el planeta. El joven Malikian nunca se separó ya de su querido violín y los dos juntos han descubierto Paganini, han viajado por todos los géneros musicales desde los más clásicos al rock y el pop.

Toda esta historia la podremos seguir en este espectáculo singular que está sorprendiendo a los mejores auditorios -estrena al Teatro Real de Madrid, Palau de la Música de Barcelona, Euskalduna de Bilbao, Fibes de Sevilla y un largo etcétera que incluye diferentes países de Europa antes de saltar en América y después de haber estado en Alcoi.

Todos estos conciertos están logrando un éxito multitudinario, como siempre pasa con Malikian, y no será diferente en su llegada a Alcoy, dónde las butacas del Calderón estarán llenas y dónde los asistentes al espectáculo y amantes de la música podrán disfrutar de una maravillosa actuación del genial violinista libanés en la que nadie quedará indiferente.

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