Efecto Moltó

No siempre es fácil cuando un deportista ha tocado techo con títulos y reconocimientos de todo clase bajar hasta los infiernos del amateurismo y vivir la cruda realidad de tener que pagar por jugar o hacer los desplazamientos en vehículos particulares. Es el caso de José Luis Moltó, una de las leyendas del voleibol español, engranaje esencial del equipo que protagonizó la mayor gesta de este deporte a nivel de selecciones al proclamarse campeón de Europa en 2007 tras derrotar en la final a Rusia en la propia Moscú, que tras colgar las botas en 2011 porque sus rodillas habían dicho basta tras jugar en las ligas española, francesa, belga e italiana, decidió embarcarse en la aventura de entrenar y ayudar al CV Bera Bera, un modesto club de San Sebastián que es la revelación del grupo A de Primera División y está a un paso de clasificarse para la Fase de Ascenso a la Superliga 2, la Segunda División estatal.

Bajo la dirección del contestano, este club que comparte secciones con rugby, balonmano, baloncesto y vela, ha vivido una auténtica revolución. Nada que ver con lo que se encontró hace cuatro años, tras aterrizar desde la vecina Irún, donde se mudó a vivir para montar en compañía de su mujer, fisioterapeuta de profesión, una clínica de fisioterapia, cuando su nuevo equipo no era capaz de ganar un partido. Así estuvieron dos temporadas consecutivas, hasta que en el tercer año, a base de perseverar mucho y de crear un clima óptimo dentro de la plantilla, comenzaron a llegar las primeras victorias.

Ha sido en el cuarto curso donde las expectativas se han disparado, hasta el punto de que el CV Bera Bera –que significa Abajo Abajo en vasco- está siendo uno de los grandes animadores de la competición y se postula como un firme candidato a acompañar al Collado Villalba, equipo que lo ha ganado todo y es el líder destacado del grupo A, en el que además del suyo hay clubes de Madrid, Zaragoza y Burgos, a la fase de ascenso a la Superliga 2. Son terceros, a un punto del SAD Recuerdo madrileño, al que derrotaron precisamente en la última jornada en el pabellón Pío Baroja, instalación en la que juegan de prestado tras un acuerdo de colaboración.

Solo una derrota

El CV Bera Bera lleva una segunda vuelta impresionante con seis victorias y una sola derrota. Quedan dos jornadas y los de José Luis Moltó deben jugar esta semana ante el colista Salesianos San Miguel Don Bosco y ante el Universidad de Burgos, que es penúltimo. En cambio, el SAD Recuerdo tiene aún que vérselas con el líder Collado Villalba. “En teoría nosotros deberíamos ocupar esa segunda plaza, pero nunca se sabe y más en deporte”, afirmar el ex internacional, quien anda encantado con esta nueva aventura de sentarse en un banquillo. “Me recuerda mucho a mis inicios en Cocentaina, aunque yo entonces era un crío, ya que con 16 años ya me fui, pero hay ciertas similitudes con aquella época de la que guardo recuerdos entrañables”, añade.

La singularidad de esta nueva etapa le lleva a solo disponer de un día a la semana para entrenar con la plantilla al completo. En el equipo hay jugadores de San Sebastián, pero también de Bilbao y Vitoria. “Allí hay equipos pero prefieren sacrificarse y venir con nosotros, les gusta el ambiente que hemos generado. Después de entrenar, cenan y si jugamos en casa, se vuelven y llegan ya de madrugada, pero si tenemos que desplazarnos, se reparten entre las casas de los compañeros o en la mía. Tenemos que hacer verdaderas peripecias para poder salir adelante. Viajar en autobús es un lujo que no nos podemos permitir y lo hacemos con nuestros propios coches. Muchas veces las comidas nos las pagamos nosotros y hasta hace un par de años, hasta yo pagaba por entrenar”, subraya.

Esta temporada cuenta con tres brasileños aunque nacionalizados españoles y un esloveno que está trabajando en un laboratorio y al que vieron jugar en la playa. Precisamente el buen momento del CV Bera Bera ha hecho que se incrementen los torneos de voleibol en la arena. Si el equipo finalmente se clasifica para la fase de ascenso, la intención del club es pedir su organización en San Sebastián aunque el problema está en el dinero que cuesta albergar una competición de este nivel. “Sabemos que Palma de Mallorca anda detrás de su organización, pero hay posibilidades de que venga hasta aquí aunque dependemos de las instituciones y las empresas de la zona. Sería muy importante para la ciudad ahora que el voleibol se está poniendo de moda. Necesitamos ese empujón y confiamos que al final nos lo acaben dando”, resaltó.

José Luis Moltó reconoce que no tiene aspiraciones más allá del CV Bera Bera que está a algo más de veinte minutos de su casa en Irún. ”No es mi intención hacer carrera en un banquillo. He tenido ofertas del extranjero, también de un club importante de voleibol femenino, pero no me recompensa económicamente estar un año alejado de mi familia cuando tengo un negocio que me va bien. El pasado verano acepté irme de segundo con mi amigo Falasca que estaba de seleccionador de la República Checa porque era agosto y hay menos trabajo. Actualmente el Bera Bera colma todas mis aspiraciones al estar San Sebastián cerca de casa”.

Para alguien que lo ha sido todo en el voleibol español y con una gran experiencia dentro de este deporte a nivel mundial, ponerse a trabajar con jugadores que lo hacen por puro entretenimiento no fue fácil al principio como describe. “También esta experiencia me ha enseñado mucho. Tuve que cambiar el chip por completo, yo venía de otra realidad muy distinta a la que me encontré y sinceramente creo que después de estos años, soy mejor entrenador del que era cuando me senté por primera vez en un banquillo. Yo venía de un mundo muy exigente donde lo importante era la táctica, aquí eso no es tan fundamental y lo más importante es la técnica”.

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