Directiva

El ambiente cada vez está más caldeado. Mal síntoma. El tercer tropiezo seguido en casa hizo que el Collao estallara en contra de Óscar Cano. Ahora no fueron unos cuantos, las protestas se sintieron en todo el campo. Desconozco si en las dos décadas que el granadino lleva en la profesión recibió una bronca como la que escucho el domingo cuando se retiraba a vestuarios. Hizo el trayecto en solitario, sin nadie a su alrededor. Demostró ser valiente, tener orgullo y de paso consiguió que la grada no la emprendiera con los jugadores. Más de uno se llevó algún que otro recado. Es lo peor y lo preocupante de esta situación. La próxima diana pueden ser los futbolistas y ahí iremos rematadamente mal. O la situación cambia radicalmente en los dos próximos encuentros, o me temo que la siguiente pañolada tendrá como destino la directiva. Su presidente ha permanecido atrincherado en estas semanas, sin decir nada. Lo mismo ha pasado con el vicepresidente Pascual Clemente, centro de muchas críticas por su papel en la gestión de algunos fichajes y ciertos movimientos que se han dado en el equipo en las últimas semanas. Pintan bastos en este Alcoyano y el sábado se visita el campo del Huracán de Toni Seligrat, en su día el favortio de muchos aficionados cuando la cabeza de Óscar Cano estuvo a punto de volar por los aires en noviembre pasado. El técnico valenciano tenía la maleta preparada para venirse al Alcoyano, su gran sueño desde hace tiempo. Desde que Seligrat es entrenador del Huracán, los valencianos no han dejado de ir hacia arriba y ya son segundos. El problema que puede haber es la falta de entrenadores para el perfil que exige el banquillo del Alcoyano, y los pocos que hay son caros. Difícil papeleta la que tiene por delante la directiva en estos momentos. Esta semana finaliza el mercado de invierno. Se esperan movimientos y la llegada de un delantero que ofrezca algo de luz sobre el sombrío panorama del equipo. Es lo que pasa cuando no se quiere escuchar al que se está al lado y se piensa que lo único que dice es para hacer mal. Más de uno se cree que está en la posesión de la verdad única, y se equivoca.

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