Demasiadas cosas
Hubo un tiempo hasta no hace mucho donde Palop era omnipresente en todas las decisiones del club. La dependencia del exguardameta internacional era tal, que daba la sensación de que cuando el equipo marcaba un gol era porque Palop había dado el último empujón al balón o si Marc Martínez hacía una parada parecía que su ángel de la guarda estaba detrás.
El inicio liguero, con esa gran victoria en Olot, vino a dar realce al efecto Palop. Esa locomotora que comenzó siendo el Alcoyano tuvo un pequeño descarrilamiento en la Ciudad Deportiva de Buñol tras deleitar con una primera media hora realmente prodigiosa de juego. Todas las culpas de aquel traspiés se las llevó el árbitro, que expulsó a Marc Martínez y Víctor Mongil.
Después vinieron las exhibiciones contra Villarreal B y Reus. El Collao volvía a ser un fortín. Nadie ya se acordaba del bochorno de la eliminación copera a manos de un Tercera balear y jugando en casa. Pero todo se torció en el Mini Estadi. Una trayectoria inmaculada hasta entonces, saltó inesperadamente por los aires. Un despiste defensivo al que no se le dio ninguna importancia, volvió a repetirse una semana después frente al Badalona, ahora en casa, que les costó la primera derrota en el Collao en once meses. Nada volvió a ser igual que antes.
El escenario en el que se mueve el equipo en la actualidad es cuanto menos que inquietante: cuatro partidos sin ganar en casa, la mitad de los puntos sumados en el Collao, siete de trece partidos sin marcar y con la cruz de la estrategia. Hace dos semanas, tras el empate sin goles contra el At. Baleares, hubo pitos de la afición.
El domingo, frente al Huracán, ni eso. Indiferencia absoluta. Mal síntoma. A todo esto tenemos a Devesa, capitán y en teoría emblema de este equipo con casi 200 partidos como blanquiazul, castigado en la grada. A Álex Rubio rebotado, algo hasta justificable, puesto que con 0-0 y jugando en casa, decirle que salte al campo cuando ya no quedaba tiempo, habría encendido hasta el más cabal de la plantilla. En Paterna, entre Mongil y Marc Martínez salvaron al Alcoyano. El domingo otro defensa, Navarro, fue el mejor.