Demasiadas casualidades
Dos derrotas seguidas y ambas con el mismo denominador común: incapacidad para hacer gol en la portería contraria y demasiadas facilidades a la hora de colocarse en defensa cuando el equipo está volcado en el área rival. Pasó en el Mini Estadi, donde un pase de Gumbau cogió en paños menores a la zaga blanquiazul y volvió a suceder el domingo contra el Badalona, donde Morgado encontró una autopista hacia la portería de Marc Martínez, y no una vez, sino dos veces en cuestión de apenas un minuto.
Palop tras el partido trató de quitar hierro al asunto, quedándose con las ocasiones generadas por el equipo, que fueron bastantes y además muy claras, pero el Alcoyano tropezó con otra tarde inspirada de Morales, que se rejuvenece cada vez que visita el Collao. Sin embargo, son demasiadas causalidades juntas en muy poco tiempo. Una de dos, o los rivales tienen muy bien estudiado al Alcoyano y saben que la mejor manera de hacer daño es mandar balón a las espaldas de los laterales para aprovechar la velocidad de los interiores rivales, o es una absoluta falta de rigor táctico por no trabajarse en los entrenamientos la forma de posicionarse en defensa cuando el equipo está atacando.
Lo cierto es que al tosco Badalona le bastó un toque de balón, el que realizó Amantini desde su posición como lateral diestro para dejar en evidencia a la zaga blanquiazul, a la que pilló a contrapié con el equipo volcado en el área escapulada. Fue Mode quien naufragó y permitió que Morgado consiguiera uno de los goles más cómodos de su carrera futbolística.
No es la única cuestión que salió a flote, la estrategia sigue siendo una asignatura pendiente de este Alcoyano. Solo un remate de Fran Miranda mediado el segundo periodo es poco bagaje para un equipo que, además del mediocentro extremeño, tiene a dos centrales, Óscar López y Mario Fuentes, por encima del 1,90 de estatura, además de jugadores que golpean muy bien el balón, casos de Abraham, Rubén Ramos, De Dios o Javi Rubio, el domingo ausente por lesión.