Demagogos a gogó. ENRIQUE PEIDRO. Miembro de junta directiva de C’s Alcoy

Las redes sociales ofrecen el refugio perfecto para los muchos demagogos y populistas que campan con total impunidad por ellas por lo que, desgraciadamente, algunos partidos políticos están explotando esta vía para intentar conseguir votos a base de titulares sensacionalistas con una intención claramente manipuladora.

Esta discutible tendencia la hemos podido constatar estos últimos días, por ejemplo, a raíz de la aprobación de los presupuestos generales del estado. Como yo, muchos ciudadanos de este país, desconocedores de los mecanismos de gestión y aprobación de dicho proceso, nos vimos sorprendidos por un aluvión de posts apocalípticos publicados por Compromís preconizando un futuro poco menos que tercermundista para nuestra Comunidad Valenciana como consecuencia de que se diera consentimiento a ese documento.

No es mi intención juzgar este estilo de hacer política aquí ni ahora. Más bien, me gustaría alertar sobre el peligro que conlleva creerse “a pies juntillas” todo lo que leemos en las redes sociales (e, incluso, en algunos medios de comunicación). Afortunadamente, la misma tecnología que potencia este riesgo, también nos posibilita contrastar las noticias y consultar diversas fuentes, de tal manera que podamos construir una opinión propia seria y fundamentada. Ahora bien… ¿cuánta gente hace esto?

La mayor parte de los usuarios de redes sociales ni siquiera pasan del titular de la noticia, el cual en numerosas ocasiones, además, no corresponde con el posterior desarrollo de la misma. Como impulsados por un resorte, el paso siguiente es lanzar exabruptos en los foros, sin siquiera haberse cuestionado acerca de la exactitud de lo leído. Objetivo cumplido, pues, por parte de aquellos que han publicado esa noticia.

En lo que a mí respecta, tengo la suerte de tener contactos que me explican, de primera mano y de forma objetiva, todo aquello que desconozco en cuestiones políticas. Para mí resulta sencillo, por tanto, discernir qué hay de cierto y qué no en asuntos diversos. Pero no todo el mundo tiene la misma posibilidad. Por eso, os recomiendo a todos que dudéis de la veracidad de aquello que se publica en las redes sociales. Cuestionaros acerca de su intención. Descubrid su procedencia. Dedicad algo de tiempo a analizar qué y quién hay detrás de ello. No respondáis de manera impulsiva, sino, más bien, buscad fuentes alternativas que traten la misma situación. Veréis cómo hay mucho juego sucio, mucha publicación malintencionada. Y, posiblemente, al igual que me ha sucedido a mí, llegaréis a la conclusión de que hay partidos que disfrazan su incapacidad para el trabajo y falta de ideas descalificando a los otros, manipulando la opinión pública para desacreditarles y tratar de convencernos de que todo es culpa ajena y que ellos son unas víctimas tanto del pasado heredado como de un presente conspirador.

Yo ya no les creo.

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