De burlas y otros menesteres
Como viene siendo habitual en estos últimos años, en llegando estas fechas, solemos recibir una atenta carta de la ministra del asunto informándonos y felicitándonos por la nueva subida de nuestra pensión, con sus explicaciones, justificaciones, y demás, todo ello con su habitual gracejo rociero… La de este año debe de estar al caer… Nunca me ha gustado que se rían de mí, y como persona respetuosa que soy, me molesta sobremanera que lo hagan, al tiempo (tienen hecha la plantilla) que me tratan de imbécil…
No hace falta gastar un dineral –y menos, estando el país para pocos dispendios- para informar a los casi diez millones de pensionistas del supuesto esfuerzo que realiza nuestro Gobierno para situar nuestro medio de vida al día, y menos cuando es todo totalmente falso.
El aumento fijado es de un 0,25 por ciento, lo que viene a significar una media de unos tres euracos mensuales por pensión…
En un país como el que tenemos, cada vez más empobrecido y menos solvente, se podría entender tal medida, incluso podría ser aceptada sin más…Pero lamentablemente son demasiadas las razones que existen para que dicha medida sea considerada como un atraco, por no decir una indecente –y terrorífica- burla…
Las pensiones no son un regalo, no son una limosna, son la justa retribución para millones de personas que han trabajado durante muchos años, que han cotizado (quiere decir: pagado) y que han visto retenidos parte de sus ingresos para cubrir sus años de jubilación… En definitiva, la pensión es un derecho que todo pensionista se ha ganado y financiado en parte…
Viendo lo que lo está pasando, siguiendo atentamente la gestión de nuestros gobiernos, especialmente desde finales de la pasada década, y lo que llevamos de la actual, se torna indecente y criminal la gestión realizada, y muestras de ello, contabilizamos y no acabamos…
Ha acabado por ser un tema reiterativo, por esgrimir siempre las mismas razones, por señalar siempre a los mismos protagonistas…
Seguimos invirtiendo centenares de millones en el asunto militar, cuando no hay motivo para ello, pues somos un pueblo en paz y bien relacionado con el resto del planeta… Seguimos invirtiendo una cantidad indecente de millones en la Iglesia, que encima no paga impuestos por ello… Atendiendo a las causas judiciales que coleccionamos, como si de cromos se tratara, parece ser que se han perdido (ellos saben dónde están) miles y miles de millones en mordidas, comisiones, sobres, bula tributaria, amiguismo, favores, e instituciones varias…
Mientras todo ello ha ido pasando (durante tantos años) han ido proveyendo su ineficacia desde la propia caja –intocable, parecía- de las pensiones, dejándola prácticamente vacía…
Gastamos (los que nos gestionan) una gran parte de nuestros exiguos recursos en folklore mal entendido, como la financiación de misas para el mundo castrense, en medallas sin fin, para premiar no sabemos qué, incluso en medallas para Vírgenes y demás…
Proveemos a nuestras señorías de artículos de comunicación de última generación, que nos cuestan una auténtica pasta (no vamos a consentir que con su sueldo y otras prebendas, tengan que comprarlos de su bolsillo, los pobres…), aunque puede que a muchos les sirvan para comunicarse con sus iguales de las Cámaras, atendiendo a su habitual absentismo de las mismas… O gastamos cantidades exageradas en retratos de antiguas personalidades de dichas instituciones…
No hay freno ni austeridad para muchas cosas (no excesivamente necesarias) ni para aumentar los sobrecostes de manera indecente en cualquier obra o actuación pública que se acometa… y esa austeridad sí hay que llevarla a la practica en todo lo demás, incluyendo salarios, prestaciones, y pensiones, lo que viene a ser, en definitiva, el comer, el estar sano, el vivir dignamente, en suma…
No he recibido aún la mencionada carta de la señora ministra, y eso me mantiene moderado. Sé que al recibo de la misma, volveré a sentirme insultado y ninguneado…
Habrá pasado otro año, seguirán pasando los meses, y hablamos de concentraciones, de protestas, de mensajes compartidos en las redes… pero todo va a seguir igual. Ni les importamos nosotros, ni menos, los que irán ocupando nuestro lugar…
Por cierto, a todo esto, y a la vista de lo que les están haciendo a nuestros mayores… ¿Dónde está el Psoe…? ¿Dónde su lucha por el bienestar de sus compatriotas más indefensos…? Es posible que estén demasiado ocupados en averiguar cómo salir del marasmo en el que se encuentran… No nos son de ninguna utilidad, entonces…
Empezábamos, al inicio de esta humilde opinión, comentando que lo de la ministra, su carta, y su Ministerio, eran una burla… ¿No les parece a ustedes una auténtica burla que sigamos apoyando y votando a los que nos siguen masacrando…? ¿No viene a ser como una burla macabra que vivamos observando lo que les están haciendo a nuestros propios padres y abuelos, y miremos hacia otro lado y lo consintamos…?
Que el año que comienza nos sea propicio, y que nosotros, amigos y estimados pensionistas… sigamos disfrutando (o padeciendo) lo votado…