Corren malos tiempos para la demagogia

Hoy quiero hablarles del traslado del grupo La Española. En este tema tan serio algunos, inconscientemente, están jugando con fuego y se equivocan. Este es un asunto de Estado no apto para demagogos.

Hoy no está sólo en juego el futuro del grupo empresarial La Española sino el futuro industrial, tecnológico y logístico de Alcoy y por tanto el futuro de nuestros hijos.

Y digo que este asunto es especialmente grave porque aquí no se trata únicamente de La Española, ese análisis sería un análisis simplista, interesado y miope a todas luces, porque lo realmente grave es que si este proyecto se frustra, por culpa de la incapacidad de los políticos para sacarlo adelante, muchos otros empresarios empezarán a pensar, seriamente, si vale la pena apostar por invertir en una ciudad como Alcoy.

¿Quieres hacer un hotel en Alcoy? te sacan a la luz tus fracasos empresariales de los años 60 y te ponen a los pies de los caballos, no sólo hablo del hotel de la Font Roja, acuérdense del lío que nos montaron contra el AC (un hotel para ricos decían algunos), por no hablar del Centro Comercial, el Mac’donalds…

¿Quieres hacer un campo de golf? ¡eso si que es un pecado mortal! Los campos de golf a la Andalucía Socialista, aquí ni hablar… que allí, parece ser, no se riegan con agua reciclada como aquí, allí igual se riegan con “Casera o tinto de verano” (sólo Málaga tiene 46 campos de golf) y aquí te machacamos y te llamamos especulador pero en Andalucía eres un “inversor”.

Hoy no toca pero otro día sí hablaré sobre la empresa que renunció hace unos meses, a redactar el Plan General de Ordenación Urbana porque no se fiaba del clima socio-político en Alcoy, y eso que ahora no gobierna el PP. Prometo escribir monográficamente de esto. Es una locura que no tiene nombre y aquí no pasa nada.

Pero vayamos a lo que nos ocupa. Un empresario que quiera invertir en Alcoy, visto lo visto, puede hacerse varias preguntas “peligrosas” en la intimidad de su alcoba.

PRIMERA PREGUNTA: ¿Merece la pena apostar por una ciudad con una orografía compleja, trámites medioambientales farragosos y por tanto, lógicamente, más cara en costes de infraestructuras y donde no hay suelo de calidad situado a pie de autovía? La respuesta es que, puede, que pese a todo sí que valga la pena. Nuestra mano de obra especializada, nuestro carácter emprendedor y todo lo que ustedes ya saben y quieran añadir es cierto y sabemos que son nuestros puntos fuertes, que los tenemos y muchos.

SEGUNDA PREGUNTA: ¿Merece la pena, desde el punto de vista empresarial, invertir en una ciudad donde a la primera de cambio alguien, políticamente, va a tratar de colocarte la etiqueta “empresario=especulador” y te van a investigar hasta saber a qué se dedica “el primo segundo de tu cuñada” ¡por si acaso…!

TERCERA PREGUNTA: ¿Vale la pena invertir en una ciudad donde un empresario que sólo quiera generar puestos de trabajo y por tanto riqueza, sabe que siempre va a estar en los titulares de los medios de comunicación por culpa de mediocres y estériles enfrentamientos políticos y esperando largos períodos de tiempo para salvar tortuosos procesos medio-ambientales, paisajísticos, urbanísticos y hasta “murcielísticos”.

¡Mucho cuidado…! Con “la bandera del no a todo” algunos han conseguido lo peor que le puede ocurrir a una ciudad: que cualquier asunto o proyecto se politice incluso antes de plasmarlo en papel, con consecuencias nefastas para el futuro de la ciudad.
El gobierno, antes tripartito y ahora bipartito, está toreando un miura y algunos creen que esto es la vaquilla de las fiestas de mi querido Batoy. Y digo un miura porque los alcoyanos quieren que La Española se quede en Alcoy sí o sí.
No hay que olvidar que el grupo empresarial La Española es puntero en varios sectores como el agroalimentario, tecnológico y el cosmético y que hay muchos trabajadores detrás y muchos otros puestos de trabajo que se pueden crear si este proyecto fragua.

Un grupo empresarial familiar del que hay que recordar que ya tiene gran parte de su empresa en Sevilla donde ha sido recibido y acogido con los brazos abiertos, “a hombros, como los toreros” y con todo tipo de facilidades administrativas y políticas, como debe ser el trato lógico con quien llega a invertir y generar empleo a un lugar determinado.

Un empresario al que supongo no le debe de hacer ninguna gracia que desde La Entesa, es decir desde el gobierno, se manden continuamente mensajes alusivos a que detrás de este proyecto se esconde un afán, únicamente especulativo. Esto es intolerable e inadmisible en una sociedad democrática y más viniendo de la mano de parte de un gobierno minoritario que hoy no representa en absoluto a la mayoría de los alcoyanos.
Hablo de unos empresarios que mañana pueden levantarse y decir se acabó, me marcho… me voy de Alcoy, están en su derecho. Les asiste todo el derecho del mundo.

Como decía, ningún alcoyano entendería que el grupo La Española abandonase Alcoy, pero lo que es peor, nadie entendería la actitud política de frialdad y falta de implicación del gobierno en este tema.
Yo, como miles de alcoyanos, quiero el grupo empresarial La Española en Alcoy y si lo autoriza la consejería, quiero que el proyecto se realice donde lo ha propuesto la empresa y seré el primero en exigir que se cumplan, a rajatabla, todos y cada uno de los requisitos y garantías medioambientales, pero si se cumplen los requisitos, exigiré que se haga donde toca y donde solicita la empresa.

Un “miura” Señores del gobierno bipartito, un auténtico “miura” y no tenemos plaza de toros, que también la perdimos en su día, como la Guardia Civil y un montón de cosas más. La lista es larga…

Una semana antes de saltar por los aires el inefable “tripartito”, el Bloc le metió una estocada política, inmerecida, al alcalde, y anunció por libre a bombo y platillo, la instalación “inminente” de una empresa agroalimentaria “fantasma” en Alcoy de la que nada más se supo y que luego, va y resulta, que ya no se instalaba en Alcoy sino en Benimarfull, donde tampoco saben nada de la empresa. En fin, una historia surrealista digna de “Bienvenido Mister Marshall”.

Y va y resulta que hoy un empresario alcoyano serio quiere trasladar y ampliar sus instalaciones aquí en Alcoy y crear un parque tecnológico de verdad, y algunos se dedican a mirar al tendido y vendiéndonos la moto con una empresa agroalimentaria fantasma a la que prometían ponerle la alfombra roja.

¡Vivir para ver…!.

Exalcalde de Alcoy y concejal no adscrito.

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