Con optimismo

La familia es fer-se. Y la mayoría están mal avenidas. No es el caso de la Salesiana, que ha celebrado estos días su Semana Grande, con los actos en honor a María Auxiliadora y culminados con el festival colegial y la procesión marca de la casa. Lo de Ciudadanos es otro cantar. El viernes, desde Alicante, sacaron de un plumazo de las listas al Congreso de los Diputados a la alcoyana Lucía Granados. Del tres a la nada. Todo por no entregar al partido la parte correspondiente de sus ingresos como concejal, tal y como hacen el resto de ciudadanos. Los del partido, no se confundan. Nada importante, según para quien, claro.

Claro no tiene el futuro la familia festera. Inmersa en una vorágine de reformas, asambleas y elecciones, se ha quedado con puesto y sin presidente. Carlos Aracil ha estimado que su papel en la Casa Gran de la Festa ha llegado a su fin y ha anunciado que, por cuestiones personales y profesionales, se va por donde vino hace casi dos años. Ahora toca elucubrar, confabular, contuberniar y, sobre todo, convencer a alguien para que se exponga durante los próximos cuatro años al fuego cruzado de las diversos clanes festeros y, además, gestione y lo haga bien. No es requisito que sea guapo, pero a ver quién es el guapo que acepta el reto por amor al arte y a la festa.

Para fiesta, la de la Feria Andaluza. En el recinto de las Aulas Verdes de la Zona Nord se ha respirado durante el largo fin de semana –se inauguró el jueves pasado– el más puro ambiente de las tierras del sur. Bailes, cante, gastronomía y todo ello regado con litros de rebujito, cerveza, vino y otras hierbas. Así, claro, se ven las cosas de otra forma. Con optimismo.

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