¿Comprar o adoptar? (II)
Vanesa Carbonell, Educadora/entrenadora canina de Diéresis Animal
Además, puede que el criador te vendiera el perro alegando que sus padres están libres de displasia de cadera y te lo demostrara con los documentos oficiales – una enfermedad muy común en esta raza – y que tu cachorro termine desarrollando igual la enfermedad; por lo que las garantías de salud tampoco son del todo totalmente probables.
Aquí hay un detalle muy importante, cuando decidimos comprar un perro, no vale cualquier opción. Solo es correcto adquirir cachorros de criadores profesionales, ésto quiere decir, criadores con formación en comportamiento animal, que cuidan la salud física y mental de sus perros, que tienen pocos ejemplares, conviviendo con sus propietarios – no en jaulas ni similares -, que cuidan la socialización de sus animales, su alimentación, que se aseguran de entregar a sus perros a personas con conocimiento, que realizan seguimiento de sus perros durante años, etc. Criar perros de forma particular es ilegal, y adquirir perros de tiendas de mascotas una auténtica barbaridad, ya que por lo general, no sabemos de dónde proceden y suelen ser resultado de “granjas de cría” en las que las madres sufren un constante maltrato físico y mental. Cuando nos referimos a comprar, nos referimos a comprar solo en criadores profesionales, y creedme, hay muy muy pocos criadores de este tipo en nuestro país.
Si por el contrario, decides adoptar, hay varias opciones. Si elegimos un cachorro mestizo estamos ante el “inconveniente” de que no sabemos cómo será de adulto, quizá termina siendo un perro muy tranquilo que deteste salir a correr o hacer ejercicio, por lo que finalmente no podrá cumplir la “causa” para la que fue adquirido, o por el contrario, puede resultar un perro muy activo ideal para compartir actividades deportivas. Como no tenemos datos sobre cómo será ese perro de adulto, jugamos un poco con el azar. Si la opción elegida es adoptar un perro adulto, será mucho más sencillo ya que los cuidadores del albergue podrán decirte si es un perro activo o no, déjate asesorar por quienes conviven día a día con los animales. Por otro lado, hay que tener en cuenta que un perro puede no comportarse igual en un albergue que en su nuevo hogar, por lo que seguimos estando ante probabilidades. También debemos tener en cuenta que un perro adulto puede que venga ya con experiencias concretas que hagan que su comportamiento tienda hacia la inseguridad o incluso hacia la agresión, o puede también que no tenga ninguno de esos problemas. Que una persona decida incorporar un perro con problemas a su vida es decisión única y exclusiva de esa persona, y cualquiera de las dos decisiones es totalmente respetable.
En definitiva, y según nuestra opinión, decidas comprar o adoptar, hazlo con conocimientos y a poder ser con asesoramiento. La compra de perros de raza debería estar sujeta a aquellas personas que necesiten un tipo de perro en concreto para alguna función en particular, por ejemplo, hablando de mi situación en particular: adquirí a Amelie, mi Golden Retriever, para una función concreta, trabajar en Terapia asistida con animales, ¿y por qué Golden? Porque los Golden son por genética perros muy sociables, con muy baja probabilidad de desarrollar agresión hacia su misma especie u hacia otras especies como los humanos, tienen un carácter muy afable, adoran recibir caricias aunque sea de desconocidos, adoran el contacto físico, etc. El trabajo que desarrollo con ella implica que está en permanente contacto con personas desconocidas, a menudo personas con discapacidad cuyos movimientos, tonos de voz, objetos – como bastones, sillas de ruedas, etc – suelen ser extraños para los perros, y además parte de su trabajo consiste en que la acaricien y manipulen personas extrañas, cosa que ella adora. Si yo hubiera dejado al azar la elección de un perro de terapia, podría haberme ocurrido que el perro que yo escogiera se sintiera incómodo siendo observado y manipulado por personas desconocidas – tal y como le ocurre a muchos perros – y al final, el mayor perjudicado hubiera sido el perro. Ya que decidí trabajar con perros de terapia, adquiriendo a Amelie, aumenté la probabilidad de tener un perro que DISFRUTARA del trabajo que iba a hacer, y ese punto es importantísimo. Por otro lado, busqué a Zero, mi border collie también para una función en concreto, que me ayudara a demostrar lo que los perros eran capaces de hacer. Zero también trabaja conmigo en terapia asistida, porque con el tiempo he ido viendo que también lo disfruta muchísimo – cosa extraña para la raza que es -, pero sobretodo se dedica a hacer Agility, disc dog y otras actividades con niños en diferentes cursos y exhibiciones. El Border collie es una raza muy ágil, y con muchísima energía física, lo que me permite que esté “trabajando” bastante tiempo seguido sin agotarse. Antes de tener a Zero, Altea, mi pastora blanca suiza, cumplía su papel, pero me di cuenta de que para ella era realmente agotador y al final terminaba por no disfrutar de esos momentos, por lo que ¿por qué seguir haciendo que trabajara en eso? Busqué un perro que, al igual que Amelie, DISFRUTARA del trabajo que estábamos haciendo. Y creedme que Zero lo disfruta muchísimo. Elegir correctamente a un perro para desempeñar un trabajo debe ser también un trabajo con una parte ética muy importante.
El problema viene cuando una persona está buscando un perro de compañía, para el que dispone de poco tiempo, y se compra un Border collie, un Beagle, o cualquier otra raza hecha para “trabajar”. Los problemas son inevitables, ya que ese tipo de perros necesitan muchísima estimulación física y mental. Tendrás un perro que físicamente te guste, pero la convivencia será imposible, y volvemos a repetir, la educación y el entrenamiento no hacen magia, las predisposiciones genéticas de los perros no se pueden modificar.
Por lo que, si estás buscando un compañero de vida para compartir momentos y experiencias, consulta con un profesional y seguro que, tomando las medidas adecuadas, encuentras a un compañero de cuatro patas que se adapta perfectamente a tu estilo de vida y además ayudas en la reducción de perros abandonados. Existen test de comportamiento que se pueden aplicar a perros mestizos jóvenes y adultos para conocer un poco sus predisposiciones comportamentales. Hay tal variabilidad y cantidad de perros que seguro podéis encontrar a tu compañero ideal.
La semana próxima seguiremos aportando datos sobre esta temática.