Carmen Jordá entra en la FIA con polémica

Afinales de la pasada semana, el valenciano Manuel Aviñó, presidente de la Real Federación Española de Automovilismo, hizo varios anuncios como la vuelta de nuestro país a formar parte del Consejo Mundial de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Sin embargo, hay una que desató la polémica e incendió las redes sociales: la entrada de Carmen Jordá en la Comisión de la Mujer de la FIA (WMC), organismo creado en 2009 con el objetivo de facilitar la integración de la mujer en los deportes de motor.
La alcoyana, actual piloto de desarrollo de Renault, no tardó en mostrar su satisfacción tras el anuncio oficial de la noticia, asegurando en su cuenta particular que “muy feliz de haber sido incluida en la Comisión de Mujeres de la FIA y tener la oportunidad de representar y luchar por las mujeres en el mundo del automovilismo”.

Lo que nunca imaginó Carmen Jordá que su nombramiento iba a levantar tantas suspicacias, desatándose una cascada de comentarios negativos hacia su persona y su carrera deportiva, comenzando por sus propias colegas de profesión.

No se olvidan unas declaraciones que realizó hace tiempo y que crearon una gran controversia. La alcoyana llegó a decir que “todos sueñan con ganar y creen que una mujer no puede ganar en F1. Por eso, pienso que un campeonato femenino de F1 podría ser la respuesta adecuada. Como hemos visto recientemente, hay defensores importantes de esta idea. Si el campeonato femenino se hace realidad, sería fantástico”.

Además, recordó que “cuando era muy pequeña, en mis inicios en el karting, terminé en el podio y el chico que llegó tercero empezó a llorar. Cuando le pregunté los motivos, dijo que lloraba porque una chica le había batido. Esa es la reacción de los hombres en cualquier competición de motor, intentan derribarte”.

Una de las pilotos más contundentes fue Pippa Mann, con una dilatada trayectoria en Europa, de la mano de la Formula Renault 3.5, además de una amplia experiencia en Estados Unidos con las Indy Lights para acabar asentándose en la IndyCar. En 2017 logró convertirse en la mujer más rápida de la historia de las 500 Millas de Indianápolis al superar las 230 millas por hora de media en una vuelta.

La piloto británica, de 34 años, aseguró en su cuenta de twiter lo siguiente: “Estimada FIA, si la noticia que estoy oyendo es correcta, habéis nombrado a una piloto sin resultados notables, que no cree que compitamos en igualdad en este deporte, para que represente a las mujeres en las carreras, estoy increíblemente decepcionada. Sinceramente, una participante en las 500 Millas y una ganadora en las IndyLights”.

El presidente, en su defensa

Solo Manuel Aviñó, presidente de la Federación Española de Automovilismo, se ha atrevido a poner paz y salir en defensa de la alcoyana estos días. A raíz de todo el aluvión de críticas escribió en su cuenta de twiter que “criticar a quienes participan aportando ideas y conocimientos en comisiones de trabajo de la RFEA o FIA, no es de recibo. No es fácil encontrar personas que, altruistamente, pierden su tiempo y dinero por el automovilismo. Mi agradecimiento a quienes lo hacéis posible”.

Sin embargo, nadie piensa que las palabras de Carmen Jordá aludiendo a la creación de un campeonato femenino promovido por la FIA vayan a caer en saco roto y a corto plazo vea la luz. No es algo novedoso. Hace años ya se organizó el Women’s Global GT Series con una parrilla extensa y cuya duración fue efímera, hasta que tardó en acabarse el presupuesto inicial y tras el cual no hubo nadie que quisiera asumir el gasto. Igual ocurrió con la Lotus Ladies Cup, un campeonato celebrado en Hungría que igual que subió con mucha fuerza terminó por apagarse del todo.

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