Canguros

No hace mucho tiempo hablar de canguros, sin ningún tipo de dudas, se venía a nuestra cabeza un simpático y raro animal de cola larga, hocico puntiagudo, de patas traseras grandes y muy fuertes y una especie de brazos cortos con final de unas raras manos. Lo habíamos visto en alguna película o más fácil, en algunos dibujos animados, incluso como figura de boxeo en el circo.

Lo que más nos extrañaba era la bolsa del marsupial que llevaba mamá canguro y de la que siempre en alguna imagen graciosa sobresalía un cangurito, que con gran dificultad se mantenía dentro de la bolsa cuando su madre tenía que moverse a saltos. En fin que nos era una figura bastante extraña y sobre todo, en lo que a mí respecta, tan pocos conocidos, tan poco como que sus crías se alimentan y desarrollan en la bolsa materna hasta que lo suficientemente fuertes para valerse por sí mismos.

Pero en nuestros días al decir la palabra canguro nos viene a nuestra mente las personas que cuidan de los niños pequeños de otras personas cuando estas no los pueden cuidar. Antes al canguro se le llamaba de forma muy puntual, pues era la madre de la familia la que se quedaba con los niños, pero con el paso del tiempo la mujer trabaja cada día más y la mujer ha ido escalando puestos en la vida social, el trabajo, la política y sería muy difícil decir algún ámbito en que la mujer no esté a la misma altura o superior a los hombres.

Ahora se suplen esas horas de ausencia con el bendito invento de las guarderías, y en verano, las escuelas de verano y campamentos. Pero es innegable que durante todo el año y ahora con el cierre de los coles hay muchas horas que no se sabe que hacer con los niños. Y ahí aparecen esos héroes que siempre los tenemos a nuestra disposición y no tienen nombre de mamífero australiano, para nada, tienen un nombre mágico, con sólo decirlo se aparecen a nuestro lado para ayudarnos en lo que queramos, coger a nuestros hijos, cuidarlos, hacerles reír, darle las medicinas, hacernos la comida, consolarnos cuando estamos tristes, dar sabios consejos, ayudarnos en los momentos de crisis, miles de cosas y la más importante, amar sin ningún miramiento, a esos seres tan increíblemente maravillosos les solemos llamar, abuelos.

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