Botiflers i maulets

El alcalde de Gandía, Arturo Torró (PP) que gobierna con mayoría absoluta, ha decidido trasladar la escultura que se encuentra en el centro de una gran rotonda a la entrada norte de la ciudad, obra del pintor y escultor alcoyano Antoni Miró, no se sabe a qué otra parte del pueblo. La monumental obra escultórica, denominada por su autor 25 d’Abril tiene más de veinticinco metros de envergadura y se sostiene sobre une base de cemento de más de veinte toneladas. Fue inaugurada en el mes de mayo del año 2007 al cumplirse el 300 aniversario de la batalla de Almansa y recuerda un hecho histórico cuando las tropas de Felipe V derrotaron a las del archiduque Carlos de Austria durante la Guerra de Sucesión al trono de España, derrota que significó la pérdida de los fueros valencianos por orden del primer rey francés que inició la dinastía borbónica en España, que todavía continúa.

La formidable escultura fue encargada por el entonces gobierno socialista de Gandía, presidido por el alcalde José Manuel Orengo, pero el alcalde pepero Arturo Torró ha manifestado que la escultura de Miró “representa un episodio de la historia valenciana pero mucha gente no llega a entender su significado”. También señaló que la escultura “forma una pared que bloquea la vista de la ciudad cuando se entra en Gandía” y añadió que para ese lugar, una rotonda en la denominada justamente plaza del 25 d’Abril ha encargado otras figuras metálicas al artista de Carlet Jaume Espí “que permitirán al visitante identificar que entra en Gandía”. Arturo Torró cambiará, sin es que encuentra algún lugar apropiado cosa que mucha gente duda, la escultura de Miró de emplazamiento con la absoluta oposición del resto de las fuerzas políticas de la ciudad y numerosas entidades culturales y sociales. Pero con su mayoría absoluta nadie podrá impedir que cumpla sus deseos.
La derecha española, proceda de donde proceda, es nacionalista por naturaleza y odia cualquier decisión política u obra que hayan realizado los partidos progresistas, menos aún si son socialistas. La escultura de Antoni Miró en Gandía es sencillamente formidable y se ciñe a un hecho histórico. Lógicamente, molesta a quienes les recuerda la pérdida de los fueros valencianos porque el triunfo del absolutismo borbónico parece que les vino de perlas. Desde hace más de tres siglos los valencianos llevamos aquello de “maulets” (miembros de las clases bajas de la población que apoyaban al archiduque para que les redimiese de las duras condiciones sociales que les imponía el régimen señorial) y “botiflers” (miembros de la nobleza, los gremios y el clero secular) en la sangre.

El escritor nacionalista vasco José Bergamín, que además era católico, dijo antes de morir que “lo que este país necesita es otra guerra civil, pero que esta vez ganen los buenos”. Estaba equivocado. Puede haber otra guerra civil, sí, pero “maulets” y “botiflers” nunca se acabarán y casi siempre ganarán los “botiflers” y perderán los “maulets” porque, igual que los árabes, éstos están divididos y aquellos, como los judíos, todos obedecen a una sola voz. Incluso en la cuestión del idioma, que cualquier persona que atienda a la lógica y el sentido común sabe que catalán y valenciano son el mismo idioma, algunos “botiflers” valencianos, para ofrendar nuevas glorias a España ahora van diciendo, impulsados por el odio al nacionalismo catalán, que “los íberos ya hablaban en valenciano”.

Otra cruz “botiflera”: los residentes o veraneantes de Gandía hemos recibido el segundo recibo de las basuras, ahora por valor de 51’43 euros que junto con los 54 euros que pagamos en mayo totalizan 105’43 euros o sea, un aumento superior al 40% respecto de los 74 euros del año pasado quienes tenemos casa en la llamada Ciudad Ducal. ¡Y aún hay alcoyanos que se quejan que nuestro ayuntamiento haya aumentado este año el recibo de las basuras sólo el 16%¡.
Y una buena noticia: ¡el sábado pasado compré un ejemplar de eNP en la playa de Gandía¡. Toda una gozada poder leer la prensa de tu pueblo en primera línea de la hermosa playa gandiense, a la sombra de una palmera mientras una muchedumbre de bañistas se asaban al sol a la orilla del mar. Muy bien.

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