Bailarina, de la tradición vitivinícola de Madrid
Lo primero que la gente dice, cuando le hablas de un vino de la DO Madrid, es:
– “¿Pero en Madrid dónde están las cepas? ¿En la Castellana?”.
Y es que la gran mayoría desconoce que en Madrid hay una gran tradición vitivinícola.
Mas allá de la Cibeles, del museo del Prado, del Retiro… Madrid presenta tres zonas vitivinícolas de gran importancia y tradición. Navalcarnero, San Martín y Arganda. Cada una de ellas muy diferente, tanto en variedades, suelos, climas…
Otra particularidad de esta DO es la existencia de ciertas variedades blancas, como el Albillo real o la Malbar, que son consideradas como autóctonas y que marcan la diferenciación de sus vinos. La variedad Malbar es una uva muy neutra en nariz y su principal cualidad es la acidez y frescura que aporta.
Finca Herrera es un proyecto creado por y para el vino, que elabora vinos en dos DO diferentes: Cigales y Madrid. Su enólogo, Manuel Herrera, es hijo y nieto de grandes personajes del mudo del vino en España. Su abuelo comercializó diferentes bodegas de Ribera del Duero y su padre fue presidente de diferentes DO como Rueda, Cigales,…Él representa el primer elaborador de la familia y no es poco el peso que eso supone.
Con la variedad autóctona Malbar decide crear un vino blanco, fresco, potente y que gracias a su paso por lías, consigue aportarle una nariz más compleja y potente, para suplir en parte la falta olfativa de esta variedad. Todo un acierto que hace que este vino se esté imponiendo en las mesas de los mejores restaurantes de la capital.
En definitiva, una forma diferente de redescubrir Madrid.
Salud!