Apañados vamos
La Federación de Empresarios de Alcoy y Comarca (FEDAC) le pedían la pasada semana al delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Serafín Castellano, más medidas de seguridad para la empresas y comercios. A los empresarios se les informó de los planes y se concretaron una serie de encuentros y con ello quedaron de lo más satisfechos. Todos contentos.
Quien no lo está es el propietario de la marquesina de Cervantes. Más bien tira chispas. Y razón tiene para ello. Desde el pasado verano le han entrado a robar en el establecimiento en ocho ocasiones. Cinco en el último mes. De récord. En la mayoría de ellas, el valor de lo robado no supera el de los daños causados por los ladrones para acceder al interior del local. En la madrugada de ayer entraron por el tejado para llevarse como botín unas cuantas botellas de licor. El robo del siglo. Y los presuntos autores no son, ni mucho menos, desconocidos para la Policía. Pero por ahí andan, haciendo de las suyas a la espera de que sean juzgados. Ya saben, esas cosas de la justicia que uno no entiende, y mucho menos el propietario del negocio al que ni el presidente del Athletic Club ni nadie le va a reponer, en plan solidario, lo sustraído. Esas cosas no pasan, salvo al Alcoyano, al que el club de San Mamés le ha prometido 15.000 euracos, los mismos que volaron de la su caja fuerte, menguando la recaudación del partido de ida. El espíritu de la Navidad, digo yo.
Fruto de ello debe ser también el acuerdo entre Ayuntamiento y Generalitat para trasladar los juzgados al edificio de Verge María. De otra forma no se entiende. Habrá que agradecérselo, sí, al conseller Luis Santamaría, dispuesto al entente desde el inicio, tanto como su antecesor, Serafín Castellano, en lo contrario. Si el ahora delegado del Gobierno demuestra la misma diligencia o voluntad en lo de la seguridad que en lo de los juzgados, apañados vamos.