Alcoy: territorio hostil a la inversión. AMALIA PAYÁ. Cocejala del PP en Alcoy
La situación de crisis que vivimos necesita una política fiscal que contribuya a mejorar la situación económica de la ciudad. Medidas concretas que ayuden a reactivar la actividad y contribuyan a hacer de Alcoy una ciudad atractiva para empresas y ciudadanos. Pero nos hemos topado ante una subida de impuestos propuesta por el Gobierno del PSOE y su socio de Podemos que, en plena crisis, resta competitividad y hace de Alcoy un territorio hostil a la inversión.
Lejos de acomodarnos en el lema Alcoi en positiu somos conscientes de la ciudad en la que vivimos: 5.700 de nuestros vecinos están en paro; 4.689 trabajadores están afectados por los ERTEs que han solicitado 701 empresas; la contratación ha caído un 30% en el último año y la ciudad ha perdido el 16% de sus industrias desde 2012.
Ante esta preocupante coyuntura, en el Partido Popular planteamos unas medidas fiscales que ayudasen a reactivar la economía, potenciasen el Centro Histórico, diesen respaldo a las familias y, ahora más que nunca, ayudasen al comercio.
La respuesta del Gobierno ha sido decepcionante: su solución ha sido crear la nueva tasa de alcantarillado y subir el Impuesto de Bienes Inmuebles a las industrias, comercios y oficinas cuyo valor supere el millón de euros. Es decir, por lógica, a las empresas más grandes, a las que más puestos de trabajo ofrecen, a las que más prestigio y prosperidad dan a la ciudad. Una medida, a todas luces, para seguir convirtiendo Alcoy en territorio hostil a la inversión y a la atracción de empresas.
Las ordenanzas fiscales presentadas reflejan las preferencias del ejecutivo de Francés: ha optado por salvarse a sí mismo y al delicado estado de las cuentas municipales antes que salvar a los que más lo necesitan. Por eso penalizan a los alcoyanos con una nueva tasa de alcantarillado con un clarísimo afán recaudatorio.
Con la situación de crisis e incertidumbre que padecemos no podíamos apoyar la tasa de alcantarillado. Una tasa que, pese a que la concejal de Hacienda lo desconociese, los alcoyanos ya pagaban antes de la implantación del IBI. Es incomprensible incrementar la presión fiscal a los ciudadanos para aumentar los ingresos, al tiempo que se niegan a sacar a concurso el nuevo contrato del agua, una operación que, aparte de mejorar el servicio, permitiría obtener recursos suficientes para mejorar todo el ciclo integral del agua.
Sin embargo, el Gobierno municipal aún no ha explicado por qué mantiene el contrato prorrogado, bloqueando ingresos para el ayuntamiento (de más de 12 millones de euros en municipios de similares características a las de Alcoy), y ahogando a los vecinos con nuevas tasas.
Dado que la situación no está para experimentos, el trabajo del Partido Popular se ha centrado en mejorar la propuesta del Gobierno. Esto ha permitido la bonificación del 90% en el IBI a las familias numerosas con inmuebles de menor valor o la rebaja del IBI a las empresas que construyan o rehabiliten edificios en el Centro Histórico. Incluso en el Impuesto de Actividades Económicas se incorporan las bonificaciones a la contratación que el Gobierno rechazaba hace un año. Este retraso nos ha salido caro.
Como también nos va a salir carísimo el grave error de no aceptar nuestro proyecto de declarar de “especial interés” el comercio minorista para darles el derecho a una bonificación del 50% del IBI y del 90% en el caso del Centro histórico. Esta medida valiente que han adoptado otros municipios, es lo que demuestra el compromiso de un Gobierno con los comerciantes y no el Reactiva Comercio que se ha saldado con un rotundo fracaso (apenas 150 solicitudes de los más de 1.200 comercios censados en la ciudad).
También lamentamos que no hayan aceptado introducir rebajas en el impuesto de obras para evitar la paralización del sector y contribuir a la construcción de nuevas viviendas en el centro histórico.
Todo esto es el reflejo de dos modelos: el de tomar medidas que frenen la crisis económica y el de aumentar impuestos en momentos de gran incertidumbre.
En el Partido Popular lo tenemos claro: defendemos un modelo fiscal de apoyo a las empresas y medidas especiales para recuperar el casco antiguo.
Por el contrario, rechazamos un modelo que ocasiona una pérdida de competitividad al introducir más impuestos en plena crisis, que es el modelo del Gobierno del PSOE y sus socios de Podemos. No estamos aquí para salvarnos nosotros. Estamos aquí para ayudar a los alcoyanos.