Alcoy debe tener futuro
La decadencia de la ciudad no sé si empezó hace cuarenta años porque por esas fechas estaba en perspectiva de venir a este mundo. Tampoco sé si esa decadencia es por chovinismo, dejadez, incompetencia o vayan ustedes a saber.
Sí recuerdo que hace unos 25-30 años mis amigos y yo, bajamos al “puentecillo” del Molinar para hacer rodar piedras de pizarra ladera abajo —recordar a los lectores que antes no existía tanta tecnología. Y cada día el color del río era diferente. Pero no sólo el río Molinar bajaba colorido, no sólo en fiestas o en Reyes se vestía de color Alcoy. Durante todo el año la ciudad entera era una diversificación de colores. Con el paso de los años se ha ido perdiendo ese color y hemos entrado en una escala de grises en la cual estamos cada vez más cerca del negro.
El futuro de Alcoy no pasa por construir Ikea, un gran Outlet, grandes marcas de ropa. No estoy en desacuerdo con estas iniciativas, todo lo contrario. Por supuesto, que con todos estos proyectos nuestra ciudad tendría un futuro con más color. Pero, no podemos construir un coloso sueco si la calle Alicante lleva seis meses cortada; el cauce del río está sucio y descuidado; las zonas de estacionamiento de la ORA no sirven para la rotación de vehículos; la señalización es tal galimatías que a los profesores de formación vial se nos hace complicado enseñar a los futuros conductores.
Realmente, ¿queremos que esa sea la visión que tenga el visitante de la ciudad? Una ciudad que se cae a pedazos, sucia, descuidada y sin servicios para abordar la avalancha de vehículos y personas que representaría ubicar en nuestra ciudad o alrededores tales proyectos. El futuro de la ciudad pasa por crear unos cimientos fuertes y sólidos para que Alcoy tenga futuro.
Antaño hemos visto como han acabado los grandes proyectos: el Bulevard, anunciado como los Campos Eliseos, Paseo de la Castellana o Sunsent Bulevard; Selleres, proclamado como la nueva Moraleja; Peatonalización del centro, divulgado como el nuevo Picadilly de Londres pero sin tráfico. La moraleja real de todas estas iniciativas es que Alcoy es, Alcoy. No es París, Madrid, Hollywood ni Londres.
Seguimos creando proyectos incoherentes y que no obtienen ningún beneficio real para los ciudadanos. ¿Eran necesarios los puestos de recarga para coches eléctricos? ¿Existen los suficientes vehículos eléctricos en la ciudad como para realizar tal infraestructura? ¿Reportan beneficio y bienestar al ciudadano? ¿Es necesario un parque tecnológico en la antigua manzana de Rodes? ¿Por qué no crear un parking público y una zona verde en dicha manzana? Por todos es sabido los problemas de estacionamiento que existen en el barrio de Santa Rosa.
Comparamos el desarrollo sostenible de nuestros parques con los de otros lugares importantes del país: Donaña, Picos de Europa, Monasterio de Piedra… La sostenibilidad y desarrollo de nuestros parques no pasa por crear un hotel o campo de golf en los pulmones de la ciudad. Para tener unos pulmones limpios y sanos no se deben tener malos hábitos. De qué sirve un hotel en Mariola si la carretera desde las casitas de Mariola hasta las de Vilaplana esta intransitable. Si no díganselo a los vecinos que cada fin de semana tienen que sortear auténticos socabones para llegar hasta sus lugares de recreo.
Una de las asambleas de los “Presupuestos Participativos” tuvo que ser suspendida por falta de asistencia. ¿Desafección por la acción política? No cabe ninguna duda.
En las reuniones se proponen iniciativas que más tarde el gobierno municipal no cumple. Y si esto no fuera suficiente, cuando se decide realizar algún proyecto siempre se consulta a los mismos; en las fotos de los medios de comunicación aparecen siempre los mismos individuos. Entonces, ¿para qué reunir a los vecinos si después van a ser otros quienes decidan qué es lo mejor para ciudad? ¿Por qué son personas “Influencers”? Todos somos influyentes en el desarrollo y futuro de nuestra ciudad. Desde el recién nacido hoy, hasta el ciudadano de más avanzada edad. Todos y cada uno de nosostros podemos aportar nuestro granito de arena para que el futuro de Alcoy deje de ser negro y empiece a tener color.
Alcoy, no se merece un futuro mejor. Alcoy DEBE tener futuro. Para ello, tenemos que pensar en solucionar los pequeños problemas para empezar a idear proyectos más voluminosos.