Al otro lado de la trinchera. JORDI SEDANO. Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Alcoy
¿Ironías del destino?. Pues va ser que sí. A Barbero, Concejal de seguridad del Ayuntamiento de Madrid, se le ve el plumero. ¡Ya lo creo que se le ve!.
No se puede estar en misa y repicando. Si eres un cargo público, no puedes insultar, cuando otros te insulten. No puedes ser escracher y anti-escracher al unísono. ¡No amigo Barbero, no!. No te puede gustar la mochila y el coche oficial a un tiempo. No te puede gustar hoy la anarquía y la trinchera callejera, que pueden resultar “guay” y mañana pretender que impere un pulcro orden inquisidor porque a tí te interesa. ¡Pues va ser que no!.
Otra cosa distinta es que te puedan gustar a un tiempo el campo y la playa, o que la Coronita, con tajada de limón te guste tanto como el tinto-verano que, por cierto, también lleva algo de efluvio cítrico. Pero lo que no puede ser, Concejal de Seguridad Barbero, es que te guste a un tiempo la mochila y el coche oficial. Porque una cosa es caminar e ir con metro a casa y otra que te lleven con gorra de plato montado “castamovil de tota la vita”.
Seguro que Barbero en el asiento trasero del Audi algún día ha pensado: “joder, han pasado cuatro putos días y ya soy casta; menos mal que no uso gomina, como mi colega maño”. ¡Y yo con estos pelos! -se dirá Barbero-.
Cuando alguien con una gran responsabilidad política, como es el caso, dice que lo ocurrido (refiriéndose a los policías que se manifestaban) le recordaba a “actos de grupos fascistas” se está retratando. Pero cuando, además, sale corriendo custodiado por guardaespaldas, coche oficial y la mochila del “Carrefu”a cuestas, obviamente además de retratarse, se está “retractando” de sí mismo. Y de sus propios principios anticasta.
Gobernar es jodido. Que te insulten también. Lo sé. Y tú, hoy también.