Abadengo, desde la frontera con Portugal
La entrada de la filoxera en nuestro país, hace poco más de un siglo, no solo arrasó gran parte de nuestro viñedo, sino que simplificó el número de variedades de uva existente en nuestro territorio.Simplemente porque los agricultores aprovecharon la situación para replantar sus tierras con variedades más productivas, más comerciales o capaces de afrontar ciertas enfermedades con mayor heroicidad.
La filoxera entró y arrasó por toda Europa, cual caballo de Atila. Pero mientras que aquí, perdimos gran parte de nuestra cultura vitivinícola, en Portugal volvieron a replantar las variedades locales, manteniendo su carácter y su cultura. Esto produjo que Portugal, un país mucho más pequeño que el nuestro, cuente con casi 500 variedades de uva, mientras que en toda España tenemos unas 250.
Todo ello hace que en las zonas limítrofes de Portugal, como son Galicia, Zamora o Salamanca, podamos encontrar variedades casi extintas, que gracias al tesón de recuperar lo autóctono, están saliendo a la luz.
La variedad que tiene el vino que hoy os presento es de Juan García. La variedad considerada como la autóctona de los Arribes de Duero. Bodegas Ribera de Pelazas, está ubicada en pleno corazón del parque natural de Arribes de Duero, paraje lleno de arboledas, barrancos… Y que constituye una barrera natural con Portugal.
Su vino, Abadengo, es la máxima expresión que puede tener un vino de Juan Garcia. Potente, fresco, con mucha fruta roja en boca y nariz. Una maravilla.
Salud!