A propósito de la Cabalgata
A sistimos, con la alegría de siempre a la entrañable fiesta de los Reyes Magos, para que los niños reciban su tan anhelado juguete y claro, los mayores también gozamos de la generosidad de familiares y amigos y por supuesto nos congratula que esos reyes de Oriente vayan a visitar colegios, hospitales y demás para que, por lo menos, los niños desfavorecidos puedan tener también un día feliz, una felicidad que compartimos todos, aunque tengamos las dificultades económicas que sean, no importa, si los niños son felices.
Que el presidente del gobierno diga que el paro ha disminuido y se le olvide decir que nunca ha sido el trabajo más precario, que el aumento de las pensiones de los mayores se hayan quedado por debajo del aumento del coste de vida, pues no pasa nada, que muchos trabajadores hacen el mismo horario laboral con menos salario, que las horas extras, no se sabe muy bien a donde han ido a parar, pues no pasa nada, España va bien.
Todo nos confunde y nos decepciona porque hace unos años los delegados laborales iban a negociar condiciones de trabajo de los obreros a los que representaban, hoy parece que vayan a recibir órdenes para aplicarlas a los trabajadores. ¿Y qué opiniones tienen los trabajadores de todo esto? ¿Cómo responden sus respectivos sindicatos?.
Con la unificación de España bajo la muy potente iglesia católica y sus reyes, las mujeres de este país, parece que sólo traían al mundo tres tipos de personas, curas o monjes, soldados para masacrar a los indios americanos y traer el oro y la plata con que sostener al “gran ejército de un país donde nunca se ponía el sol” expresión que aprendí de mi abuelo, que el pobre no soltó nunca la azada de la mano.
Centrando nuestra atención podemos comprender que la generación que hoy ronda los veinte años, nos pedirán explicaciones que siendo la mejor preparada, después de quinientos años, se tengan que ir al extranjero, y no para un Erasmus o un Sócrates que son recursos culturales muy necesarios, sino, para trabajar de camareros o poco más. Por todo ello nos alegra ver al sindicato CNT-AIT, que se ponga en marcha para revindicar los derechos, denunciar las irregularidades que parece se están ocasionando en el servicio de autobuses Tuasa, situación anómala que se va extendiendo por la población alcoyana y regional. Algún partido de izquierdas, ha demostrado su sensibilidad, lo que agradecemos con todo respeto.
Y a esta empresa nada le iría mejor, que una seria negociación laboral con el delegado de la Sección Sindical de CNT-AIT debida y oficialmente registrada y que de verdad la representa. Los trabajadores deben de estar respetados en sus derechos laborales ahora y siempre..