Vestigios del Alcoy paleolítico

Escondido. Al cobijo al resguardo de Villa Vicenta, la antigua casa estival del poeta alcoyano Juan Gil-Albert, se ubica el Yacimiento Paleolítico de El Salt. Desde mediados de julio, un equipo formado por 30 especialistas en arqueología, procedentes de distintas universidades de Europa y América, excavan en los yacimientos en busca de restos del Alcoy neandertal.

La campaña, que tocó su fin este viernes 25, ha resultado plenamente satisfactoria. “Ha sido una excavación espectacular”, sentencia Cristo Hernández, coordinador del programa y experto en Prehistoria, Historia Antigua y Antropología, materias que imparte en la universidad tinerfeña de La Laguna. “Además de en el yacimiento de El Salt, hemos trabajado también en el Abric del Pastor. Ambos yacimientos son muy diferentes y muy buenos para estudiar el Paleolítico Medio, una etapa que comprende desde hace 100.000 años hasta hace 45.000 años, aproximadamente”.

La campaña, centrada especialmente en el yacimiento de El Salt ha sido muy rica en cuanto al número de elementos encontrados. Ha sido tan cuantitativamente rica que los arqueólogos se han quedado a las puertas de terminar la capa en la que estaban trabajando y adentrarse en el siguiente nivel. “Terminaremos el próximo año”, comenta Cristo Hernández, que explica que “debido a la minuciosidad y al detalle con el que deben ser tratados los elementos encontrados, el proceso ha sido más lento”.


Hogueras, fauna y sílex

Aunque el inventario de todo lo encontrado en esta excavación todavía no está completado, Cristo Hernández asegura que han sido más de mil los restos localizados, a una media superior a la centena por cada parte de la capa analizada. “Hemos trabajado en una unidad que ha resultado muy rica en hallazgos”. En este sentido, “se ha encontrado lo esperable: restos que evidencian la existencia de un campamento neandertal”. Cristo Hernández, que destaca el buen estado de conservación del yacimiento, pormenoriza en los hallazgos descubiertos. “Han aparecido gran cantidad de restos de hogueras, que deben ser tratadas de una forma muy cuidadosa y detallada. Junto a ellas, se han encontrado instrumentos propios de su día a día, de su vida cotidiana”. Las actividades de este grupo de cazadores-recolectores explican que junto a estas hogueras se haya localizado herramientas de sílex y restos de fauna. “Hemos encontrado restos de caballo, ciervo, cabra y, puntualmente, fragmentos de dientes de rinoceronte”, explica Cristo Hernández.

Por lo que respecta a la fauna “se han descubierto restos de carbón, aspecto que nos aporta datos sobre la recolección de leña y el tipo de paisaje. Había pinus nigra, árbol que ahora solamente se encuentra en zonas de alta montaña o próximas a los Pirineos, lo que nos permite deducir que en esta época, las temperaturas eran más bajas en esta zona”.


Estudio posterior

El programa de excavaciones tiene un objetivo principal. “Queremos reconstruir la forma de vida humana en el Paleolítico medio”, sintetiza Cristo Hernández. En ello trabajan intensamente este grupo de 30 especialistas procedentes de universidades de distintos puntos del planeta, a los que se suman también voluntarios de la zona. “Se trata de un proyecto interdisciplinar en el que participan diferentes universidades españolas, europeas y americanas. Intervienen estudiantes de distinto nivel, ya sea grado, máster o doctorado”. Como denominador común, sus conocimientos en arqueología o en alguna de las especialidades dentro de ella.

Con la excavación no termina, ni mucho menos, el trabajo. De hecho, solamente es el principio. Cristo Hernández relata el proceso que seguirán los restos hallados a partir de ahora. “Durante la excavación se recaba gran cantidad de información. Toda ella se traslada hacia los laboratorios de las distintas universidades que participan en el programa. Una vez allí, los estudiamos con detenimiento y después redactaremos artículos que se publicarán en prestigiosas revistas científicas internacionales. También participaremos en congresos en los que contaremos las novedades descubiertas en los estudios. Es posible, por último, que se realice alguna tesis doctoral al respecto”.

Cuando concluya todo este proceso de estudio, los restos se depositarán en el Museo Arqueológico Camil Visedo de Alcoy, que será el encargado de custodiarlas. Así, todo alcoyano tendrá al alcance de su mano la oportunidad de conocer cómo era Alcoy y sus pobladores hace más de 60.000 años, durante el Paleolítico medio.

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