Olla a presión
Creíamos que ese Deportivo indestructible en el desaliento había pasado a mejor vida y de nuevo apareció cuando más se le necesitaba.
Lo del domingo fue otra vez de 10 y es para sentirse muy orgullosos de este equipo. Ver que casi desde el primer minuto se le empezó a torcer el partido con la lesión de Tomás Ruso, que nada más empezar la segunda parte también se retiró cojeando López Silva que firmó una primera media hora de auténtica locura, ver a más de 8.000 gargantas apoyando sin parar a su equipo desde el primer hasta el último minuto y un rival que cada cambio que hacía acumulaba más centímetros y más músculo. Pero así y todo el Alcoyano seguió en pie con mucha dignidad, tirando de orgullo y sacando fuerzas de donde podía, echando mano de jugadores como Ángel o Álvaro García frente a las torres locales e improvisando con Fran Miranda de central, Ángel de mediocentro cuando la temporada pasada jugaba de lateral izquierdo en el filial, Gato en banda derecha, Jose García ejerciendo de enganche y con David Torres en el banquillo.
Salir vivo como salió el Deportivo de Cartagonova tiene un mérito enorme y supone una inyección de autoestima para el decisivo partido del domingo en el Collao. No va a ser fácil, pese a que el Cartagena no dio demasiada sensación de equipo poderoso. Se trata de un muy buen equipo que se sostuvo por el empuje de Arturo, un 9 muy físico que con su buena actuación del domingo logró congraciarse con una afición que le tenía en el blanco de todas sus críticas.
En argumentos futbolísticos, el Alcoyano fue infinitamente superior. Con López Silva y Jose García a pleno rendimiento, al Cartagena le temblaron las piernas y de no ser por su portero, posiblemente ahora los aficionados del Alcoyano se estarían frotando las manos pensando que la eliminatoria está resuelta. El Collao debe ser el domingo una olla a presión. Me da a mi que este Cartagena en el momento que le aprieten las clavijas, le puede entrar la flojera y se le venga el mundo encima. El resultado es bueno, pero sobre todo habrá que andar con pies de plomo y evitar cualquier gol en contra, que le obligaría entonces a tener que marcar dos.