¿Qué fue de la Ciudad Deportiva?
Ahora que se acerca lo verdaderamente importante de la temporada y muchos aficionados se les empieza a hacer la boca agua pensando en un Alcoyano en Segunda División, se imaginan a los jugadores del Deportivo de regreso al fútbol profesional cogiendo su coche para ir a entrenar a un polideportivo de la comarca que tenga césped artificial. Es como si un político de nuestra ciudad tuviera que desplazarse cada día a Ibi para poder ejercer su trabajo porque el Ayuntamiento de Alcoy está en obras y no se sabe aún cuando estarán finalizadas.
No es algo nuevo de esta temporada, son ya dos seguidas con los jugadores del equipo entrenando de dos a tres días semanales lejos del Collao para preservar su césped. La pasada temporada iban hasta Atzeneta y en esta lo hacen en Ibi, donde hay un campo de césped artificial de última generación. Encima con un coste adicional para las maltrechas arcas de la entidad blanquiazul. Digo todo esto porque desde hace un lustro, no exagero, cinco años con sus 365 días y correspondientes noches, que venimos escuchando que hay un proyecto de Ciudad Deportiva para el Alcoyano con dos campos de juego, uno de césped natural y otro de artificial. No solo eso, sino que existe un cartel de unas dimensiones importantes enfrente de la entrada al campo del Francisco Laporta donde queda escrito su coste y plazo de ejecución. Es más, hace justo un año se hizo venir desde Valencia al presidente de la Federación de Fútbol para perpetuar el compromiso de iniciar en breve plazo las obras con una foto en la que, además de Vicente Muñoz, aparecía el alcalde Toni Francés, el presidente Juan Serrano y el malogrado Lionel Grau, entre otros.
Sin embargo, van pasando los meses, políticamente la situación sigue estancada y todo parece indicar que otra temporada más la Ciudad Deportiva va a quedarse en otra promesa más de unos políticos incapaces de desbloquear una situación que se ha ido eternizando mientras seguimos viendo una semana sí y otra también la imagen de unos futbolistas peregrinando para poder cumplir con su trabajo.