Los Puentes de Madison y los tirantes de Fraga. JORDI SEDANO. Portavoz Grupo Municipal Ciudadanos
Si algún individuo es tan duro como para poder ver en pantalla “Los Puentes de Madison” sentado en un butacón, con bolsa de palomitas entre las piernas, y no sentir nada que le conmueva profundamente allá en lo hondo, quizá podríamos compararlo con un individuo que, imaginemos, se encuentre trabajando en la obra del Fernando Reig y viendo cómo, repentinamente, el puente se pone a bailar una “rumba Peretera”, cual puente colgante “tarzánico”, sin previo aviso, y no sale, cual galgo, al grito de “se cae coño, se caeeee…”. Yo lo haría. No se puede ser tan duro y frio para no salir gritando y al sprint.
Si usted no ha visto nunca Los Puentes de Madisón, ¿a qué espera?. Nadie le va a contar la peli. ¡Mejor dicho!, nadie se la podrá contar bien.
Hablando de puentes y de hombres valientes, ¿recuerdan ustedes a Fraga?. Seguro. Uno puede no haber visto Los Puentes de Madisón, pero no puede no recordar a Fraga. Don Manuel, ese sí que fue un político gallego decidido, ¡y no como otros! Fraga fue un Ministro mediático, valiente, de sangre caliente y con un par… de tirantes. ¡Uno le hubiera sobrado para reparar el Fernado Reig! Se baño en Palomares como el que se baña en el Preventori o en els Pous Clars de Ontinyent. Don Manuel, cómo Homer Simpson, jamás temió la radiactividad.¡Y eso que Homer es laboralmente del ramo!. De la Springfield Nuclear Power Plant. ¡Nada más y nada menos!.
¿Alguien se imagina hoy a un Ministro/a viniendo a Alcoy a hacer puenting para demostrar que aquí no pasa nada y que el puente es “más seguro que el carro el pan” que dice el refrán?. ¿No?. Pues Fraga se bañó en el mar ¡con un par!. Sí, era mucho Fraga, y por eso, por su arrolladora personalidad y por gozar de una cabeza más que amueblada, se ganó el respeto hasta de Carrillo y un lugar propio en la historia, al margen de afinidades y siglas políticas.
Va menguando el verano y mengua también, lánguidamente, la sonrisa que nos ha dejado este “tirisiti de hormigón estival”. La Beniata con un sólo carril. El acceso al Santiago Payá con un acceso tipo Biafra (con perdón para Biafra) y con miles de alcoyanos que a partir del lunes necesitan desplazarse, ¡y no por placer!, sino por “curro”.
Hablamos de un puente que no es ni treintañero (1989) y que hoy está en la UCI con un joven pero maltrecho corazón de hormigón, baile de san Vito en sus entrañas, tripas laterales al pairo y un tirante roto, un día sí, y otro ¡puede que no!
Si el romano que diseñó y construyó el acueducto de Segovia levantara la cabeza ponía tibio a más de uno. Pero, ¡ay si fuera Nerón el que levantara la cabeza…! ¿Qué ocurriría con el Ministerio de Fomento?. Jolines…
Esperemos que todo se arregle y que esto sea un mal sueño de una noche de verano, o mejor dicho, treinta noches de verano y que todo vuelva a la normalidad. El puente no es es una broma, y a todos nos ha preocupado, y mucho. La falta de concreción y diagnostico técnico siembran dudas y preocupación. También preocupa el excesivo y prematuro envejecimiento del Fernando Reig, una arteria fundamental para la movilidad actual en la ciudad. Esperemos que en Septiembre, cómo se promete, todo vuelva a la normalidad y, lo más importante, el acceso al Santiago Payá y la entrada a la ciudad por la Beniata estén en condiciones cuanto antes.