28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Cristina Moreno es Directora General Treball i de l’INVASSAT
Este 28 de abril del año corriente viene a significarse, más si cabe, como un día especial más allá del día mundial de la seguridad y salud en el trabajo y es que, en este 2016 se conmemora el vigésimo aniversario de la entrada en vigor de una Ley, la de de prevención de riesgos laborales, que supuso un cambio cultural y social en materia de seguridad y salud en el trabajo. Cambio de política en materia de prevención de riesgos laborales que priorizaba la acción, en conformidad a los principios generales de acción preventiva, frente a las acciones reactivas que venían a adoptarse tras haberse materializado un suceso y que desde principios del siglo anterior regían en la materia.
Pero a pesar de ese gran cambio, actualmente estamos recogiendo los frutos de una situación multicausal derivada tanto de la inacción de gobiernos anteriores, como de la crisis económica que nos está azotando, como de los cambios en la regulación del mercado de trabajo con una reforma laboral atroz que ha primado la temporalidad y escasa cualificación en la contratación. Modelos económicos cortoplacistas y de escaso valor añadido que eran sustentados por el gobierno anterior, y que han abocado a las trabajadoras y los trabajadores a esa nueva burbuja económica que se está centrando en un sector como el de los servicios, de escasa cualificación y alta temporalidad, frente a otros sectores que requieren una mayor capacitación profesional, que pueden permitir mayor estabilidad laboral con contratación indefinida. Modelos, estos últimos que, además, redundarían en mejores condiciones de trabajo y de bienestar laboral en nuestra Comunitat.
Como datos que vienen a refrendar lo hasta ahora expuesto, cabe indicar que, según el informe de caracterización de los accidentes de trabajo graves y mortales de la Comunitat, en relación a datos de enero a diciembre de 2015 que ha sido elaborado por el INVASSAT, y que se viene a presentar, se puede resaltar que:
· el 47,38 % de los accidentes de trabajo, de este tipo de accidentes, se produjeron en el sector servicios.
· el 38,38% de los accidentes de trabajo, de este tipo de accidentes, se produjeron en personal con contratos de trabajo de duración determinada o temporales,
· el 44,44% de los accidentes de trabajo, de este tipo de accidentes, se produjeron en personal que llevaba menos de 12 meses trabajando. El 39,39% de los accidentes de trabajo, de este tipo de accidentes, se produjeron en empresas de menos de 10 trabajadores.
Cifras que, en materia de seguridad y salud, no son buenas y que se están registrando como herencia de políticas anteriores sustentadas en una reforma laboral impuesta y aprobada sin diálogo social, ya que si observamos las cifras de evolución desde el 2015 y lo que llevamos en este 2016, según periodos comparados del periodo enero-febrero con relación a los del 2015, el aumento de la siniestralidad laboral es más que preocupante, con aumentos, en los dos primeros meses del año, del 10,6% a nivel estatal y del 10,5% a nivel de la Comunitat Valenciana.
Aumento de la siniestralidad que hay que, para poder valorar su incidencia, contextualizar dentro de costes sociales, ya que cualquier buen dato que en materia de recuperación se expone, como el del aumento de la población ocupada de un 3,8% respecto al mismo periodo anterior, o el aumento del 3,6% del producto interior bruto de la Comunitat en el 2015, queda conjugado por el coste de la siniestralidad que, según criterios del ISTAS o de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OHSA), podrían cuantificarse, aproximadamente, entre en unos 1750 y 3000 millones de euros, sólo en nuestra Comunitat.
Datos más que significativos y que vienen a refrendar la necesidad de un cambio de modelo económico, que este gobierno ha de afrontar, que no sólo conjugue políticas activas que permitan transformaciones sociales, sino que están centradas en paliar el crecimiento desequilibrado e insostenible que la economía de la Comunitat ha venido a soportar en este pasado reciente, centrado en actividades de poco o bajo valor añadido, con escasa o nula necesidad de capacitación profesional y con el que, actualmente, nos ha llevado no sólo a no conservar la tendencia en la reducción de los indicadores de siniestralidad laboral alcanzados, sino a ver cómo estos van aumentado sin que desde el gobierno central, de carácter interino, se orquesten políticas que inviertan la negativa tendencia en materia de siniestralidad laboral.
A la vista de esta exposición y de los datos más que objetivos, este gobierno de la Comunitat Valenciana, al que pertenezco, sí que se ha propuesto actuar con políticas activas y acciones en materia de bienestar laboral y de la seguridad y salud en el trabajo que nos permitan afrontar los nuevos horizontes que se dibujan alrededor de la Prevención de Riesgos Laborales, y que, han de provocar, no sólo que tratemos de corregir los errores y tendencias actuales, sino que llevamos la iniciativa en el campo de la seguridad y salud en el trabajo.
La Seguridad y Salud en el trabajo, como ya indicaba el reglamento y establece la vigente legislación, debe ser algo de todos, debiendo estar integrada en el conjunto de actividades y decisiones de las administraciones y de las empresas, independientemente al sector al que pertenezcan o la actividad que desarrollen.
Entre las acciones prioritarias, a ejecutar a través de la Dirección General de Trabajo y Bienestar Laboral y del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo aprobadas, para el INVASSAT, en el seno de su Consejo General, en el que se encuentran representados las organizaciones empresariales y sindicales más representativas de nuestra Comunitat, se ha puesto en marcha un programa de actividades prioritarias en el área del servicio de asesoramiento y promoción así como en el área de programas de actuación del INVASSAT, que permitan velar por la seguridad y salud en el trabajo de todas las trabajadoras y todos los trabajadores, llevando a cabo labores de promoción de la mejora de las condiciones de trabajo que no sólo incidan en el objetivo de elevar los niveles de protección, a través de políticas activas en materia de seguridad y salud en el trabajo, sino que fomenten el bienestar laboral en el tejido empresarial.
Por primera ver se ha puesto a disposición de todas las empresas de la Comunitat, un informe de siniestralidad laboral individualizado por empresa, hasta un total de 227.000, que, accesible a través de la web del INVASSAT (http://www.invassat.gva.es/planes-de-actuacion-contra-la-siniestralidad-laboral-en-empresas-de-la-comunitat-valenciana) y con datos del 2015, no sólo incluye los accidentes de trabajo con baja y enfermedades profesionales, que en su caso haya tenido, sino que, además, se pone a disposición de las empresas su información de accidentes de trabajo sin baja, recaídas e in itinere.
Los recursos técnicos y humanos del INVASSAT, a pesar de lo precario de su situación, con un 32,58% de los puestos de trabajo vacantes, un nivel de interinidad, en puestos técnicos del área de asistencia técnica, del 100%, y habiendo sido víctimas de una amortización del 10,75% de los puestos de trabajo en los últimos cuatro años, se focalizarán, agradeciendo a ese cuerpo su implicación y profesionalidad, en acometer actuaciones prioritarias de asesoramiento, asistencia y control, siguiendo criterios técnicos, con un alcance de, aproximadamente, 5139 empresas catalogadas con mayores cifras de siniestralidad y que aglutinan, aproximadamente, el 80% de la siniestralidad laboral de nuestra Comunitat.
Un diseño de la política del gobierno de la Generalitat que pretende integrar todo el conjunto de riesgos a los que están expuestos los trabajadores como consecuencia del ejercicio de su actividad, dentro y fuera de los centros de trabajo, con especial atención a los denominados riesgos emergentes para tratar de evitar los daños en la salud.
Objetivos estratégicos de cambio de modelo que, en materia de seguridad y salud en el trabajo y del bienestar laboral, nos permitan dar la vuelta a esta tendencia actual, obteniendo un nivel estable y constante de reducción de los siniestros laborales en la Comunitat Valenciana, contando, para ello tanto con los agentes sociales (organizaciones empresariales y sindicales) como con los operadores del sector y todas las administraciones involucradas. Cambios participados y fruto del diálogo social que nos tienen que servir para afrontar un nuevo entorno social y laboral más equitativo, más allá del propio cambio de ciclo económico y del modelo económico.
Quisiera finalizar deseando un feliz 28 de abril de 2016, en el que nos tenemos que marcar conseguir que la prevención de riesgos laborales sea algo inherente a nuestro qué hacer diario y esté dentro de la normalidad cotidiana, pero sin caer en la rutina y sin bajar la guardia un sólo instante, alcanzando tolerancia cero en la siniestralidad laboral.