Joan Gadea, nacido para actuar
Confiesa en su interpretación que echa de menos a más actores sobre el escenario y que lo de la soledad, en el camerino y ante el público, lo lleva fatal. Pero no. Joan Gadea, que indiscutiblemente nació para ser actor, aunque lo asumió ya adelantada su vida, no necesita a nadie más para hacer disfrutar al público y que la hora y media de monólogo transcurra como un suspiro.
Su personalidad, su capacidad para los matices, su técnica y su profesionalidad son valores que garantizan que en “Matant el temps” no se eche de menos a nadie. Bueno, quizá una foto de Conxeta e Isabel, las vecinas con las que ha compartido de todo.
La confesión terapeútica que realiza en este espectáculo –es mucho más que un monólogo– da igual cuanto tenga de verdad y de ficción. El autor de los textos, Pasqual Alapont, conoce muy bien al actor y se nota. Por eso el monólogo se convierte en coral y Pepa Miralles ha sabida encajar los bolillos con verdadera pericia escénica.
Las dos funciones ofrecidas este fin de semana, rodeadas de contraprogramación, han llenado el Teatre Principal porque hay público que conoce de sobra la capacidad de Joan Gadea para disfrutar del hecho teatral, su mundo, su vida.
Un regalo de La Dependent con el que la compañía se reafirma, desde Alcoy, como una productora teatral de éxitos que sirve como modelo a muchos de los que tratan de sobrevivir haciendo teatro. Su secreto: saber rodearse de los mejores. Y Joan Gadea es uno de los mejores.