Centro del campo

El domingo frente al Olot fue un ejemplo de lo importante que es tener en el centro del campo ese jugador con jerarquía y galones que sepa mover el equipo como si fuera un tablero de ajedrez. El Alcoyano tuvo pólvora, es una gozada disponer de un futbolista como Alfaro capaz de llenar cualquier ojo cada vez que toca el balón.

Yacine estuvo peleón, a falta de gol se fajó como nadie con la defensa rival, aguantó bien el balón. La buena noticia fue ver a Álex Cortell marcando un golazo el día de su estreno como blanquiazul. Jugó en un sitio que no es el suyo, demasiado escorado a la banda izquierda por la lesión de Borja Sánchez nada más comenzar el partido, pero demostró que tiene verdadera dinamita en sus botas.

Sin embargo, el Alcoyano no cuenta con ese futbolista capaz de cargarse el equipo a la espalda y mover los hilos al son que toca en cada momento. Son muchos los aficionados que aún recuerdan la lección magistral de Jandro el día que visitó el Collao con el Huracán. Hay bastantes aficionados partidarios de que el verdadero esfuerzo en el mercado invernal se hiciera en la contratación de un mediocentro de campanillas para que el puzzle del Alcoyano encaje perfectamente y no se haga agua por algún sitio como ahora.

La mejor temporada de Diego Jiménez en el Alcoyano fue con Sergio Mora a su lado. Igual sucedió con Julio de Dios. El año que se metió a la afición del Collao en el bolsillo fue con Javi Lara llevando los galones. Me consta que en las altas esferas del club piensan igual y se cree que para esa posición hay mucho jugador que alcanza el bien, incluso hasta el notable raspado, pero no hay nadie que roce el sobresaliente.

El Olot vino el domingo con un centrocampista ‘súper’ como Alberto Perea, con experiencia en Primera en At. Madrid y Rayo Vallecano, y se llevó un punto y rozó los tres tras un último cuarto magistral en el que sacó los colores a Palop, al que su inexperiencia se le notó demasiado tanto en el cambio de Fran Miranda como en querer quedar bien con Carles Salvador tras lo que pasó frente a L’Hospitalet.

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