Los refugiados
Los medios de comunicación se están haciendo eco estos días de la llegada de los primeros refugiados que por mandato de la Unión Europea nos corresponden. Apenas llegan a una docena, chocolate del loro si tenemos en cuenta que deberemos recibir unos dieciséis mil en los próximos dos años. Son en su inmensa mayoría eritreos y un sirio que proceden de Italia, a donde llegaron, atravesando el Mediterráneo desde Libia. Su lugar de nacimiento es lo de menos, pues los desfavorecidos por no emplear una palabra más soez, están en todas las partes de este dichoso mundo. Las intenciones de nuestros gobernantes son buenas ya que se les ofrece: asistencia sanitaria, educación para los hijos y orientación laboral para los adultos. Que después encuentren trabajo para poder subsistir y no depender de la caridad pública, ese es otro cantar.
Atrás han quedado las ínfulas propagandistas del muy honorable presidente de la Generalitat, y aliados, de enviar un barco de Balearia a Turquía para que trajese a 1100 emigrantes sirios a la Comunidad, cómo si con lo que nos viene no tuviéramos suficiente. Lo que no nos ha explicado es como iba a mantenerlos y si al final iban a aumentar nuestra tasa de paro. Aunque eso sea una cuestión nimia pues igual da 400 mil que 416 mil.
Tenemos claro que por mucho que lloremos el gobierno central actual, ni el que salga después del 20 D, va a pagarnos lo que nos debe, pues bastante tienen en taparles la boca a los catalanes. Mientras han de mantenerse los comedores escolares abiertos todo el verano para poder dar de caliente, y de frio, a nuestros niños más desfavorecidos.
Lo que tengo claro es que los sirios no nos quieren. No hace falta ser un lince, viendo las rutas migratorias, que nadie se queda en Grecia, poquísimos van a Italia y mucho menos siguen a España. Todos directos a Alemania, para posteriormente pasar los que no quepan a los países del norte: Dinamarca y Suecia con prioridad, en donde puede hacer más frio pero son los únicos lugares en donde pueden esperar una vida más o menos decente. Traerlos al sur es un castigo para ellos y eso debía hacernos reflexionar.
Yo todavía me pregunto porque el presidente Ximo Puig, que ha fracasado (porque no le dejan) en su intento de traer sirios a nuestra comunidad, no envía el barco a Canarias, haciendo escala en Ceuta y Melilla para recoger a los refugiados subsaharianos que allí se encuentran hacinados y en deplorables condiciones, para traerlos a nuestra comunidad. Políticamente tal vez no sea tan rentable, pero mejor aliviar a nuestros compatriotas que a los turcos.
No se preocupen que con toda seguridad no serán una carga para nosotros. Una vez aquí, y sin un mar que los contengan, se esparcirán como esporas para dirigirse a donde ellos creen se encuentran los verdaderos paraísos.
Y no es porque esos inmigrantes no nos hagan falta. El crecimiento vegetativo de Alcoy en negativo desde hace varios años. Hay más muertes que nacimientos y la única forma de superar ese desfase en con la inmigración. Pero nadie vendrá porque no tenemos nada que ofrecerles y mientras tanto nuestros jóvenes emigran a su vez buscando las oportunidades que aquí no encuentran. El motivo es bien simple, hay poca iniciativa y a la que surge solo sabemos ponerles pegas. Todo sea por: ”Salvem el Molinar” Aunque después no quede nadie que beba de esas aguas.