Aumentan los casos de perros maltratados que llegan al albergue canino
En el último año han aumentado de forma alarmante los casos de perros maltratados, especialmente los pertenecientes a razas que se consideran potencialmente peligrosas, que llegan al albergue canino de Alcoy. El último ocurrió la pasada semana. Gonzalo Gisbert, presidente de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Alcoy –entidad que gestiona las instalaciones del albergue municipal– ha dado la voz de alarma sobre un problema que además de representar una lacra en sí mismo, supone graves inconvenientes para la gestión rutinaria del albergue, ya que este tipo de perros potencialmente peligrosos requieren normalmente vivir aislados –la mayoría presentan problemas de socialización por las circunstancias en que han sido educados– y también luego tienen menos probabilidades de ser adoptados debido a la licencia preceptiva que se necesita. “Mucha gente ni siquiera es apta para tener un perro potencialmente peligroso y quien sí lo es, a veces frena el tema de los permisos”, señala.
El último caso corresponde a un joven pit bull que fue hallado en condiciones lamentables –presentaba heridas profundas en el cuello causadas, al parecer, por un collar de pinchos y una correa a la que le habían atado– y que acabó muriendo apenas unas horas después. “El animal fue encontrado en situación de abandono y maltratado, no podemos asegurar que se tratara de un perro de presa o que lo utilizaran para pelear, pero estas cosas ocurren y cerca de nosotros, aunque a veces nos cueste creer”, asegura el representante de la Protectora, al tiempo que denuncia que hay gente en la zona que se dedica a la crianza de este tipo de razas.
En estos momentos el albergue cuenta con una decena de perros de los considerados potencialmente peligrosos, los cuales “necesitan una jaula para ellos solos, con el problema que esto supone para nosotros en este momento, cuando estamos más que saturados”, comenta Maite Abad, de la Protectora, quien confirma también que los casos de perros maltratados ha venido aumentando en los últimos tiempos “empezando porque el abandono es ya un tipo de maltrato”, subraya.