La asociación Avanzar reivindica una ciudad humanista

La asociación Avanzar, de personas con diversidad funcional, trabaja para conseguir que Alcoy sea mucho más que una ciudad accesible, pues consideran que debe trabajarse para organizar Alcoy desde un concepto humanístico. Y es que, tal y como explica Josep Fuster, “hay aspectos muy visibles y físicos, pero el tema va más allá. Y Alcoy no está concebido más allá de calles y aparcamientos, no está pensada como una ciudad para vivir y relacionar a las personas, es una ciudad muy dura y se trata de una situación que se arrastra desde hace años”. Tal y como apunta, “la accesibilidad es un indicador, pero hay que mirar otros muchos y queda claro que quienes han organizado la ciudad no lo han hecho desde un concepto humanístico”.

Y es que tanto Josep Fuster como Modesto Satorre, ambos de Avanzar, coinciden en que se trabaja para hacer de Alcoy una ciudad tecnológica, pero no humana, “se pueden controlar los autobuses al minuto, pero si las paradas y los vehículos no son accesibles no todos los ciudadanos podremos hacer uso de ellos”, remarca Fuster. Tal y como apuntan desde Avanzar, la accesibilidad es fundamental para un 10% de los ciudadanos, para un 40% es necesario y para el 100% es confortable, por lo que apuntan que en Alcoy hay unas 30.000 personas para las que la accesibilidad es, como mínimo, necesaria. Desde esta entidad remarcan que el hecho de que la población viva más años también comporta que haya más ciudadanos con problemas de movilidad, de ahí la importancia de mejorar la accesibilidad de manera general.

Diagnóstico y actuaciones

Desde la asociación Avanzar, sus directivos remarcan que a nivel general se ha pasado de planes de accesibilidad de manera puntual a la necesidad de adaptar el medio a las personas, con propuestas de accesibilidad entendiendo ésta de manera transversal, eliminando todo lo que impide a las personas poder llevar una vida independiente.

Así, tanto Josep Fuster como Modesto Satorre inciden en que “no se trata sólo de una cuestión de obras, sino también de educación y de información para avanzar a que todo sea accesible”. En este sentido remarcan que desde la Federación Española de Municipios y Provincias recomiendan que se haga una auditoría para ver en qué estado se encuentra la ciudad y a partir de ahí priorizar las actuaciones, y recuerdan que en el primer plan de accesibilidad, que abarcó de 2004 a 2012, se dieron ayudas y en muchos municipios se actuó en este sentido, realizando una revisión calle por calle, en la que se decía cómo se encontraba la acera, los alcorques, el mobiliario urbano… a la vez que se cuantificaba y se priorizaban las actuaciones.

En Alcoy no se ha llevado a cabo un diagnóstico en este sentido y discrepan con el hecho de que se les diga que la ciudad dispone de un plan de movilidad, pues estiman que no es lo mismo que un plan de accesibilidad, con independencia de que éste pueda incorporarse al primero, y están a la espera de ver qué decide el Ayuntamiento.

“Una ciudad discapacitada”

Desde la asociación Avanzar consideran que trabajar para conseguir una ciudad para todos, humanizada, es algo que debe partir del Ayuntamiento, si bien recuerdan que ante la falta de una actuación global fueron los propios ciudadanos quienes en 2014 decidieron que la accesibilidad fuese un tema a incluir en los Presupuestos participativos. Así, se consignaron un total de 75.000 euros para realizar obras que faciliten la accesibilidad, a los que sumar 21.000 euros para realizar un estudio urbanístico, que se completaría posteriormente con otros tres, y que según recuerdan se incorporaron a instancias del alcalde, Toni Francés. Transcurrido este tiempo sin que se hayan realizado las intervenciones previstas en su totalidad, piden que todo este dinero apuntado se destine a este proyecto.

Concluyen con que “puede decirse que Alcoy es una ciudad discapacitada, por las grandes deficiencias que presentan sus vías, los accesos a edificios, el transporte público y el comercio”.

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