La hora de Néstor Abad
Néstor Abad tiene esta semana en Glasgow, donde se celebra el Campeonato del Mundo, la gran prueba de fuego de su carrera. A sus 22 años tiene ante sí el mejor escenario posible para refrendar ese particular estilo que le sitúan como uno de los gimnastas más elegantes y mejor valorados por la calidad de sus ejercicios.
La cita le llega en el mejor momento de su carrera deportiva. 2015 ha sido el año de su consagración como mejor gimnasta español del momento. A su título de campeón de España, además arrasando con tres medallas de oro y una de plata por aparatos, hay que sumar el bronce conquistado en la Copa del Mundo celebrada en marzo pasado en Cottbus (Alemania), y la sexta posición alcanzada en la final de los seis aparatos de los primeros Juegos Europeos celebrados en julio pasado en Baku, que le consolidaban en la élite continental.
Su respuesta a un 2014 en blanco tras sufrir una segunda lesión en la misma rodilla ya operada que puso en serio peligro su carrera deportiva, no ha podido ser más determinante. El alcoyano lidera la Selección Española que ha preparado en Glasgow esta cita clasificatoria para los Juegos Olímpicos del año próximo en Río de Janeiro.
El equipo lo integran, además del alcoyano, Rubén López, Alberto Tallón, Rayderley Zapata, Adrià Vera y Andrés Martín, estando como reserva el ilicitano Isaac Botella, finalista en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
De los seis gimnastas, cinco realizarán sus ejercicios en cada aparato y tras las notas de los jueces se sumarán al equipo las cuatro mejores puntuaciones. El objetivo a nivel de selección es lograr una plaza para el Preolímpico de principios del año que viene a celebrar en Río. Hace cuatro años ya lo lograron en el Mundial de Tokio, en el que la Selección Española fue undécima y luego en el Preolímpico de Londres obtuvieron la plaza para los Juegos. Solo los ocho primeros países clasificados en este Mundial obtendrán el billete para Río 2016, mientras que del 9º al 16º clasificado tendrá una plaza para el Preolímpico de abril y donde se pondrán en juego cuatro plazas olímpicas.
“El objetivo en Glasgow será clasificarnos para el Preolímpico. Las ocho primeras plazas están demasiado caras para nosotros en estos momentos”, ha reconocido Néstor Abad, que realizará todo el concurso completo con los seis aparatos: suelo, caballo con arcos, anillas, salto, paralelas y barra fija.
A nivel personal buscará el billete en alguna final por aparatos y llevarse el premio gordo de ser uno de los 24 gimnastas con mejores notas tras la suma de sus ejercicios de manera individual.
Será la segunda participación de Néstor Abad en un Campeonato del Mundo. La anterior ocasión fue en 2013 en Amberes, donde acabó vigésimo de la general, una clasificación que está en disposición claramente de mejorar tanto por madurez deportivo como por dificultad de sus ejercicios. El alcoyano viene de brillar en los tres torneos de preparación que el equipo español ha celebrado en las semanas previas a la cita de Glasgow.
En Francia hace un mes estuvo cerca de los 89 puntos de nota -cometió un fallo en caballo con arcos- y se quedó en 88.700, mientras que hace dos semanas en Brimingham tuvo dos fallos que rebajaron su nota hasta los 87.500. Néstor Abad hace números y calcula que el Top Ten estará en torno a los 89 puntos. “Posibilidades hay pero tendría que salirme una competición redonda, sin ningún fallo”, indica el alcoyano.
En los Juegos Europeos de Baku consiguió la sexta plaza con una nota de 85.598 puntos, un registro que un mes después logró mejorar en el Nacional de Cáceres, en el que subió a lo más alto del podio de la general con 88.200. “Desde entonces no he parado de aumentar la dificultad de los ejercicios pensando en el Mundial. Estoy en un momento óptimo de mi carrera. Después de la lesión pude quedarme en casa lamentándome de mi mala suerte o coger el toro por los cuernos. He conseguido levantarme y salí reforzado de aquello. Me siento más fuerte y seguro de mi mismo desde la operación. He conseguido dar un paso al frente. Después de tantos años no podía desaprovechar la oportunidad que se me brindaba”.